Miguel Merino Gordillo llegó a Ibagué a finales de la década de los 60 con el objetivo de liquidar una constructora, sin embargo, esa situación lo llevó a convertirse en uno de los constructores más influyentes del Tolima durante 30 años. En el ámbito político también se ganó el respeto y cariño de los tolimenses, fue Gobernador del Tolima, senador y ministro, cargos que ejerció con altura.

Además de desempeñarse en la construcción y la política, ingresó al sector de los alimentos, pues el destino le deparaba ser el hombre que trajo la franquicia de Dunkin’ Donuts (hoy Dunkin’) a Colombia en 1983.

EL NUEVO DÍA: ¿Cuéntenos de sus inicios en Ibagué?

Miguel Merino: Llego a la capital del Tolima en 1967, recién graduado de la Universidad de los Andes y recién casado, empezando mi vida pero con mucho entusiasmo de ejercer mi profesión de arquitecto. En ese momento se estaba desarrollando la urbanización La Macarena de la mano de un visionario como Carlos Mazuera y un realizador como Carlos Puertos, desafortunadamente estaban pasando por un mal momento económico.

Yo venía con la directriz de liquidar la sociedad y salir de Ibagué, sin embargo,  consideré que en vez de destruir se podía reactivar el negocio de la construcción. Empezamos a construir tímidamente 10 casas en una manzana, mientras que se vendían 450 lotes.

Lo que sucedió después es que terminamos construyendo las urbanizaciones La Macarena, Irazú, La Granja y Las Vegas. Es así que en su momento Colsuiza se convirtió en la empresa más importante del sector en el departamento.

E.N.D.: ¿Y cómo terminó siendo pionero de la construcción de los centros comerciales?

M.M.: En 1976 surgió el fenómeno de los centros comerciales en el país, liderado por Pedro Gómez con la construcción de Unicentro en Bogotá, así que, dentro de mi ánimo de estar visionando, pensé en hacer un ‘céntrico’ para Ibagué. Con esa idea desarrollamos el Centro Comercial Combeima, que fue la obra más importante en la mitad del siglo pasado.

Posteriormente hicimos el centro comercial Pasaje Real, Los Panches y La 14. Esto me trae gratos recuerdos, porque a la vez que ejercí mi profesión pude servirle al departamento. Además, gestioné con la ayuda de otros personajes el establecimiento de los gremios Camacol y la Andi en el Tolima.

En medio de todo eso, la generosidad de los tolimenses y el apoyo que me dio en la vida pública y política Alberto Santofimio, me permitieron ser Gobernador del Tolima y senador. Por esta razón, le tengo tanto cariño al departamento y siempre pienso en ver cómo podemos proyectarlo para que seamos nuevamente lo que un día fuimos.

E.N.D.: En septiembre de 1983 trae la franquicia de Dunkin’ al país. ¿Cuéntenos la historia de ese acuerdo comercial que cambió su vida?

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