Un Chapetón desprotegido

JORGE CUÉLLAR - EL NUEVO DÍA
Afectados indicaron que las autoridades no atienden los llamados cuando se registra alguna eventualidad. Según manifestó la comunidad, a la Policía le da miedo patrullar en horas de la noche.

"La Policía no viene aquí porque dice que esto es zona roja": con esta frase habitantes de Chapetón sentaron su voz de protesta contra la Fuerza Pública por la "marginación" a la que están sometidos. De acuerdo con sus testimonios, en lo que va del segundo semestre del año aumentaron los hurtos en viviendas y fincas ante la mirada indiferente de las autoridades.

Para los residentes de esta zona rural de Ibagué es insólito que a pesar de los reiterados llamados de alerta y de que a un kilómetro se ubica un CAI de la Policía, los agentes suelen responder que no pueden prestar sus servicios porque, por órdenes de sus superiores, después de las 6:00 de la tarde no se les permite patrullar la zona.

El caso más reciente de presunta negligencia se registró hace 20 días cuando un trabajador del sector que se movilizaba en una bicicleta fue atropellado por una motocicleta. Los vecinos le avisaron a la Policía para que hiciera el croquis del accidente, pero nadie respondió al llamado.

"La Policía no se presenta para brindar un servicio. Hace unos días a don Alfredo Vargas, un reconocido trabajador de la tierra, lo atropelló una moto. Él quedó en muy mal estado, por eso llamamos de inmediato a una ambulancia y a las autoridades.

"En efecto, la ambulancia llegó rápido e hizo el traslado, pero las autoridades jamás aparecieron. El problema con ello fue que en la Clínica Tolima no lo querían recibir porque nadie certificaba que había sido un accidente de tránsito. Pero lo peor fue que la Policía ni siquiera fue después a la clínica. En este momento el estado de salud de Alfredo es crítico, pues está en coma", indicó José Joaquín Torres, residente de Chapetón.

Aparte del incidente mencionado, Torres indicó que en las veredas Cay y El Gallo son frecuentes los atracos y saqueos a fincas provocados por los delincuentes que se movilizan desde la parte baja de Ibagué. El modus operandi de estos sujetos es amordazar a las personas o esperar que dejen solo el inmueble para desocuparlo.

“Nos va tocar hacer justicia por nuestra cuenta, ya que las autoridades no nos protegen. En los últimos seis meses han atracado taxistas en el sector de Villamaría. A los conductores de busetas les quitan el producido y nadie hace algo al respecto.

"Lo único que responden los agentes es que Chapetón es zona roja y que después de las 6:00 de la tarde no pueden venir por acá. Si ellos son guapos para quitarle la comida a los ambulantes, por qué no sacan agallas para poner en orden este sector”, refirió Margarita Gómez, habitante.

En peligro
Otras de las dificultades que afrontan los residentes de Chapetón son los constantes deslizamientos de tierra. Por esta situación alrededor de tres casas han sido parcialmente sepultadas. Una de ellas estuvo a punto de ser tapada por una piedra de considerables proporciones.

“Eso fue un susto tremendo porque gran parte de la montaña se cayó sobre la casa. Aquí vinieron unos ingenieros, tomaron fotos, pero nunca más volvieron. Por eso con nuestros propios esfuerzos hemos ido reconstruyendo las viviendas. El único ente que hizo presencia fue la Defensa Civil. Ellos nos trajeron mercados y otras ayudas humanitarias”, agregó José Joaquín Torres.

Entre tanto, Jacinta Rada comentó que el único centro de salud de la zona presta muy mal servicio, pues cada vez que alguien necesita ser atendido no existen instrumentos, medicinas o personal.

“El servicio en el centro de salud es pésimo; supuestamente los jueves vienen los médicos de Ibagué y hacen venir a las personas que viven en las fincas más lejanas, pero cuando ellos llegan a las citas les informan que no hay atención. Eso es una burla para los campesinos. Y como si fuera poco, allá nunca tienen ni pastas o elementos para hacer curaciones”, refirió.

Credito
ANA LUCÍA RIVERA Q.

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