El Ibal sigue ‘desangrándose’ por las demandas laborales

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
Pese a los cuestionamientos de los entes de control sobre el modelo de contratación del Ibal, la empresa sigue haciendo caso omiso a las recomendaciones para disminuir las demandas.

El Ibal continúa perdiendo dinero con las demandas laborales como consecuencia del modelo de contratación que viene implementando a través de empresas temporales  y  outsorcing,  pese a las diferentes advertencias que han presentado los  órganos de control para el patrimonio de la misma.

La Contraloría, por ejemplo, ha señalado que de no crear la planta de personal las consecuencias jurídicas para la empresa serían: “Prevaricato por acción, desconocimiento de la ley y de los precedentes judiciales, como también detrimento patrimonial”.


De otra parte, se conoce que  la  misma Procuraduría General de la Nación ha señalado la acción como “una falta gravísima al no cumplir con la creación de la planta de personal en especial con el desarrollo de las actividades misionales”.


Las cifras que se mencionan por demandas canceladas son: Para el 2010, mil 300 millones de pesos; para el 2011,  mil 200 millones; de 2012; 650 millones; y la concepción del 2013 es un monto cercano a los mil 200 millones de pesos.


No obstante, la empresa de acueducto y alcantarillado según diferentes juzgados y fallos judiciales “ha hecho caso omiso a las recomendaciones y persiste en continuar utilizando esta forma de contratación para suplir cargos como el operario de alcantarillado”.


Lo anterior con pleno conocimiento de la necesidad de crear la planta de personal, pues la empresa a lo largo de todos estos años habría pagado cuantiosas sumas sin tomar  las medidas respectivas.


La propuesta
Según pudo establecer EL NUEVO DÍA, para el periodo en que estuvo el exgerente del Ibal, Eduardo Bejarano, se planteó a la Junta Directiva un proyecto para la implementación de la planta de personal, teniendo en cuenta que el contrato vigente ya se termina.

Esto, respaldado jurídicamente por el Departamento Administrativo de la Función Pública (Dafp), la Esap y por la norma 1429 de 2010 de la formalización del empleo, que en su articulo 63 establece que “todas las empresas, llámense públicas o privadas, tienen que constituir su planta de personal frente a los procesos misionales”.


Dentro de esa propuesta que presentó la Jefe de División Administrativa del Ibal, Sandra Acevedo Molano, se planteó que alrededor de 50 personas sería el grupo a tercerizar, entre las que se mencionaron cajeros PAS, operarios call center, operarios de toma de lecturas, entre otros.


De igual forma, en distintas juntas se dijo que, “una vez esté el proyecto aprobado se realizarán los ajustes o traslados presupuestales correspondientes y creación de rubro, para hacer las apropiaciones y poder llevar a cabo este compromiso con la nueva planta de personal”.


Este proyecto significaría, según una proyección financiera, un ahorro de mil 200 millones de pesos por año, quedando una propuesta de vinculación de 222 personas para cargos de jefes de oficina y operativos.


Sin embargo, a la fecha el Ibal continúa poniendo en riesgo el capital de la empresa con las diferentes demandas laborales.


A la fecha no se ha probado ningún proyecto, según la entidad, por los estudios rigurosos que se tienen que hacer a priori.


¿Por qué no se ha aprobado el proyecto?
 La Jefe de División Administrativa del Ibal, Sandra Acevedo Molano señaló que el Ibal ha venido estudiando la propuesta en diferentes juntas. “Este proyecto requiere de muchos estudios y toca socializarlo para poder llevarlo a feliz término”.

Por su parte, el gerente del Ibal, Carlos José Corral, mencionó que aún no se tiene ninguna propuesta para aprobar y esto porque la situación que tiene que afrontar la empresa no se define entre blanco y/o negro”.


De otra parte, “la jurisprudencia cambia constantemente y esto implica modificaciones en la contratación del Ibal. Cabe resaltar además  que  la planta de personal no garantiza que se disminuyan las demandas y esto no mejoraría la situación financiera de la empresa”, explicó Ricardo Arroyo, secretario General del Ibal.

Credito
NATALIA RAMÍREZ BRÍÑEZ

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