Tranquilidad, frescura y mucho calor humano son las principales cualidades que tiene la urbanización Villa Teresa. Es un sector pequeño de la comuna Cuatro, que brilla con luz propia.

Así lo describen sus líderes, habitantes y niños que en medio de su modestia destacan que la urbanización solo tiene dos calles, la 37A y la 37B. Además, cuenta con un parque y 76 casas.

Y así lo reafirma, José Grijalba, presidente de la Junta de Acción Comunal: “somos un ‘condominio’ de 400 personas que solo tiene dos entradas y dos salidas”. No obstante, es un sector que por su ubicación, no necesita ampliarse más.

Lo anterior, porque estamos cerca de los bancos de la carrera Quinta, de las iglesias, supermercados y el resto del desarrollo comercial de la carrera Sexta”, menciona Nubia Tovar, una de las residentes de Villa Teresa.

Entre otros aspectos positivos, Ana Tapiero de Rincón, destaca que los ‘vecinos’ que habitan las dos calles, siempre tienen disposición de festejar fechas como el día del niño y de la medre, lo que los hace una comunidad unida. 

“Queremos que el condominio se conserve como lo que es, un sector residencial donde habitan personas de bien y que en su mayoría ya son pensionadas o empleadas del Estado”, dijo el presidente de la JAC.

Aquí también hay que mejorar

Se creería que como el sector es pequeño, no tiene nada por mejorar, pero por el contrario, es una urbanización que tiene que enfrentar problemas de inseguridad y luchar para que el comercio no sea afectado por ese flagelo. 

Adicional a esto, expresa Dora Sánchez, vicepresidenta de la JAC, necesitan con urgencia que la empresa de Acueducto y Alcantarillado, Ibal, lleve a cabo la respectiva reposición de las redes de alcantarillado de la carrera Sexta A y Sexta B, que ya colapsó. 

Y para mejorar la convivencia, piden que el Municipio lleve a cabo operativos más rigurosos que controlen la invasión del espacio público, el cual se ve afectado por cuenta de los talleres de motociclistas que hay en la carrera Sexta.

“La misma carrera Sexta, también necesita de señalizaciones, pues los accidentes de tránsito se hacen frecuentes. 

“Esa situación nos preocupa, especialmente por los menores que se dirigen a sus instituciones educativas”, denunció el Presidente de la JAC. 

Para recordar

Nubia Tovar, habitante de Villa Teresa cuenta que la urbanización se fundó en 1973. “Al principio solo era una cuadra y todo era desolado. Donde están los apartamentos, era un campo abierto. 

“El barrio arrancó sin nada y aunque hoy en día es un lugar pequeño, tiene lo que cualquier barrio anhela, tranquilidad y gente pujante”, concluyó Tovar.