Aún no se tiene conocimiento sobre qué actividades serán tercerizadas al nuevo contratista, señaló el secretario General de Ibal, Ricardo Arroyo, pues el recaudo fue asignado a la empresa Seapto a través de Gana Gana y que es asumido por Presea.

En el documento de invitación a la licitación pública, las directivas de la empresa ponen a título informativo que el valor del contrato estaría alrededor de los 200 millones de pesos, pero sujeto a ser incrementado periódicamente de acuerdo con las actas de ejecución del contrato.

“El presupuesto oficial del Ibal para la ejecución del objeto del presente proyecto es indeterminado, pero determinable de acuerdo con los resultados de la gestión y las actividades realizadas. Para efectos fiscales y de garantías se tomará como valor de referencia del contrato la suma de 200 millones de pesos, valor que será incrementado periódicamente de acuerdo con las actas de ejecución del contrato”, señala el documento.

“Este periodo que tuvimos con Presea visualizado fue de ajustes y de conocimiento de un modelo que bien puede optar el Ibal, pero que si ustedes ven ciudades como Tunja, Bogotá, Cali y Medellín, todas tercerizan algunos procesos, complementario a la captación, a la distribución y al tratamiento del agua”, indicó el funcionario.

¿Y la reestructuración de la planta?

El Ministerio de Trabajo formuló en abril cargos contra el Ibal por presunta intermediación laboral al celebrar contratos con terceros para la ejecución de actividades que son misionales y propias de la empresa. Entre las firmas investigadas están Unión Temporal Servicios Comerciales y el consorcio Presea.

Como ha trascendido, el Ibal propondrá una ampliación a la planta de personal para evitar demandas que continúen poniendo en riesgo los recursos públicos, tras la intermediación laboral que ha sido objeto de discusión en diferentes sectores políticos y de las centrales sindicales obreras.

Sin embargo, Arroyo argumentó que primero se licitará y contrará la gestión comercial, para posteriormente evidenciar qué áreas de la empresa deberán ser reforzadas.

“Vamos a implementar el proceso comercial que luego de ser purificado y consolidado y hacer algunos ajustes, tiene que arrojarnos y vislualizarnos que este modelo va a dejar situaciones positivas del Ibal.

Queremos que ese contrato de gestión podamos transformarlo en un modelo para que no sea el Ibal que soporte la carga prestacional sino que sea el contratista directamente quien la asuma”, concluyó el funcionario.