Perros y gatos en AIPA fueron ‘dormidos’ para evitarles dolor

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
Enfermedades como la parvovirosis en estado avanzado obligaron a la asociación AIPA a aplicar la eutanasia compasiva a cerca de 36 perros. Esta decisión le puede salvar la vida a cerca de 100 más.

Durante 30 años Yolanda Herrera se ha dedicado al cuidado de los perros que llegan a su puerta y en los últimos años a la Asociación Ibaguereña de Protección Animal AIPA.

Y ayer fue uno de los días más difíciles que ha tenido que enfrentar, pues debido a que cerca de 36 perros y 12 gatos padecían enfermedades de parvovirosis, moquillo y sarna en estado avanzado, tuvo que tomar la decisión de permitir que se les aplicara la eutanasia compasiva, procedimiento que consistió en inyectarles, por un profesional, el sedante xilacina y seguidamente eutanex:

“Esto se veía venir, porque la situación es muy crítica desde hace muchísimo tiempo y nunca ha intervenido ninguna institución como la Secretaría de Salud ni nada; se ha tocado varias puertas para pedir ayuda, pero no se tuvo respuesta. Vinimos hacer una valoración y una inspección de la situación que se estaba viviendo, realizamos pruebas de moquillo y a los perritos que salieron positivo se tuvieron que dormir”, explica Diana Linares, voluntaria de Bienestar Animal.

Esta es un problemática que aumenta, debido a la inconsciencia de los ciudadanos, pues llegan al lugar, ubicado en la vereda la Martinica, vía la Variante y abandonan a los perritos sin remordimiento.

Para Yolanda fue una experiencia angustiosa y dice que “del dolor al sufrimiento, prefiero el dolor mío y no el sufrimiento de los animales, pues ellos no entienden y no saben”. Aunque continuamente ha buscado ayuda para continuar con esta labor social, hasta el momento no la ha conseguido, motivo por el cual decidió cerrar el refugio. Para el concejal Camilo Delgado, la decisión de la eutanasia se optó por las condiciones de salubridad, lo que se puede convertir en un problema de salud pública. Así mismo, recordó que “en el 2013 se presentó un proyecto en el que se plantearon los lineamientos de una política pública para la protección animal. Ha pasado un año y siete meses y el municipio no cuenta con esta política”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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