Brota manantial de aguas negras en el 7 de Agosto

JORGE CUÉLLAR – EL NUEVO DÍA
Colapso en la red de alcantarillado ha generado afectación de salud pública desde hace 18 días en varias cuadras del barrio 7 de Agosto en Ibagué.

Las calles del barrio 7 de Agosto en Ibagué se han convertido en riachuelos de materia fecal, ya que el alcantarillado que recibe las aguas negras de las viviendas pertenecientes a la zona alta del sector colapsó, generando el derrame en más de dos cuadras y generando malos olores.

El daño se hizo evidente hace 18 días, ya que en la calle 14 con carrera 13, del suelo empezó a brotar agua sucia, y debido a la inclinación de las calles, dicho líquido se esparció por varias cuadras afectando no solo a los residentes del sector, sino también a los niños que estudian en el Colegio Casa Evangélica.

La comunidad hizo el llamado al Ibal, quienes enviaron el equipo para supervisar y hacer una evaluación de la problemática, motivos para que Blanca Nubia Morales, presidenta de la Junta de Acción Comunal, se comunicara con la empresa del servicio público, pero la respuesta fue peor que el estado del alcantarillado.

“Yo llamé y me contestó ‘Ronald’, y dijo que para remediar la situación no había presupuesto, además que el gerente solo se encuentra los miércoles; cómo le van a decir a la comunidad que no hay plata para solucionar el problema, cuando se paga puntualmente el impuesto”, aseguró Morales.

La presidenta de la JAC, manifiesta que la información suministrada por el Ibal fue que el alcantarillado se había roto en un amplio tramo, y para esto sería necesaria la intervención desde las escaleras que hay al finalizar la calle, lo cual tendría un elevado costo económico que la entidad dice no tener.

Melida Gutiérrez, quien tiene su vivienda frente al fontanal, aseguró que la problemática viene de meses atrás y a pesar que fue alertado el Ibal, se esperó hasta que colapsara la alcantarilla; ademas expresó que “debido a los malos olores prefiero irme para otro lugar en vez de quedarme en la casa, exponiéndome a enfermedades”.

Los residentes agradecen las precipitaciones que cayeron los últimos días en la ciudad, que han impedido que el agua negra se estanque, permitiendo que corra más fácil a las rejillas de la red de aguas lluvias, las cuales se encuentran a varias cuadras de distancia del colapso.

José Luis Cuéllar Pineda, miembro administrativo de colegio Casa Evangélica, manifiesta que “la comunidad educativa se ve afectada no solo en la entrada y salida de los estudiantes, ya que los malos olores se han hecho constantes, por eso recomendamos que los niños tengan el menor contacto con el agua sucia debido a las infecciones, y que además afecta la presentación personal”.

La comunidad espera una pronta solución a la problemática que los aqueja.

Credito
EL NUEVO DÍA

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