El proyecto prevé que los conductores no tendrán que detenerse en ninguno de los puntos de monitoreo establecidos por las empresas de transporte, ubicados sobre las vías.
Los controles a las busetas se realizarán solamente en los terminales de salida y llegada, con el propósito de optimizar el tiempo en los recorridos.
“Para garantizar que los buses presten el servicio completo y realicen el recorrido asignado durante la ruta tendrán controles invisibles, es decir que los conductores no tendrán contacto con el personal de seguimiento. Los encargados del seguimiento harán la inspección cuando el vehículo pase”, manifestó Manuel Sánchez, director Operativo de Tránsito Municipal.
Cabe resaltar que los conductores que no cumplan con la programación establecida para cada ruta serán suspendidos y sancionados por la empresa de transporte a la que se encuentren afiliados.
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