En Ibagué, la empresa Sergemas brinda este servicio, el cual cuenta con cofre y lote en el cementerio Los Girasoles. O también puede solicitar la cremación, con el certificado de que las cenizas que le entregan, corresponden a su fiel amigo.

La empresa, tiene con un lote en el barrio Tierra Firme, allí se encuentra el cementerio, que cuenta con los permisos y estándares que exige la secretaría de Salud y Cortolima. Hasta ese lugar es llevado en una carroza fúnebre el cuerpo, para luego enterrarlo en un ataúd, también se puede optar por la cremación.

“Estamos en campaña por toda la ciudad, vamos en camioneta, con el uniforme de la empresa, nos ubicamos en parques o hacemos voz a voz, casa por casa en todos los barrios. Básicamente lo que hacemos es contarle a las personas de que se trata la afiliación, les explicamos todos los pasos del programa, y lo fácil que es afiliar a las mascotas, solo se necesita querer al animal, tenerle amor, respeto y querer darle un trato digno al momento de su fallecimiento”, explicó James Bedoya, representante de Sergemas.

Hacer la vinculación es fácil y rápido solo se necesitan los datos del propietario, los de la mascota, dos fotos del animal y listo, queda vinculado.

La afiliación tiene un costo de $20 mil que incluye el primer mes, la ficha, las fotos, y el ingreso al sistema, mensualmente se sigue cancelando ocho mil pesos por caninos y seis mil pesos por felinos, si el propietario es afiliado a Comfunser es más económico el servicio.

También se puede hacer la afiliación para reptiles y aves, cualquier mascota es apta.

En el caso de quienes no tengan afiliados a sus mascotas, y estos lleguen a fallecer repentinamente, existen planes para que el último adiós a este ser querido, sea muy especial, pues la responsabilidad y el trato con estos miembros de la familia, debe de ser el más digno.

¿Cómo es el proceso?

El proceso es sencillo pero reúne todos los requisitos, inicialmente se recoge la mascota, se transporta hasta la clínica, luego en unos mesones dispuestos para ello, se lava el cuerpo y se procede al tratamiento de conservación; toca sellar el hocico y el ano, se debe inyectar líquido formaldehído, para que no se descomponga.

Se proporciona el cofre, de acuerdo con el tamaño de la mascota y preferencias del propietario, para luego llevarlo en la carroza fúnebre hasta el cementerio, muchas personas hacen caravana en motos y carros detrás de la carroza para dar acompañamiento a la familia que perdió su “amigo fiel”. Ya en Los Girasoles se elabora la lápida, un recordatorio y la asignación de un espacio en el lote por un tiempo de cinco años.

Con el servicio de cremación el proceso es en Armenia, allá está ubicado ‘Huellitas en el cielo’ un horno crematorio, hasta este lugar se transporta el cuerpo del animal, luego ellos devuelven las cenizas con la certificación de que estas son las del animal que se entregó. Esto debido a que existen lugares en varias ciudades del país donde se realizan cremaciones colectivas, por tanto se entregan cenizas conmemorativas. También hay otros lugares donde afirman realizar la cremación y lo que hacen es entregar los cuerpos a camiones de proyectos ambientales para quemarlos en hornos como si fueran basura. Por eso, en Sergemas se certifica que la cremación cumple con las normas, dando a las personas la seguridad de que las cenizas que reciben son las de la mascota que entregaron para cremar, hacen un proceso respetuoso y con todas las exigencias de la ley.

Aunque muchos opinan que todo esto es humanizar a los animales, James Bedoya recuerda que la legislación colombiana y las sanciones que puede recibir quien lance un animal a un lote o a una quebrada.

“Hay legislaciones que han endurecido las sanciones para las personas que sean sorprendidas tirando una mascota a una fuente de agua contaminada o enterrándole en un lote baldío, es más accesible pagar un entierro decente a la mascota que la multa que genera ese tipo de conductas contaminando agua. Además que no es la manera de despedir a quienes nos dieron todo su cariño. Nuestros clientes se afilian porque quieren a las mascotas y consideran que son integrantes de la familia que merecen ser despedidos con respeto... y la legislación es clara, considera que las mascotas son seres que sienten y son parte fundamental de los hogares, por tanto su adiós debe ser decente”.

La invitación es a adoptar y no a comprar

Frida y Monita tienen tres y dos años, están vacunadas y esterilizadas. Fueron rescatadas y recuperadas por El Campito de Kathy. Esperan ser adoptadas en los próximos días. Para más información comuníquese a la línea 3123402592.