las posibilidades agroindustriales para nuestros productos, las oportunidades turísticas y los servicios ambientales, hacen que Cajamarca tenga un plus especial y un potencial enorme en comparación con otras poblaciones, no porque seamos la “despensa agrícola de Colombia”, sino porque es aquí donde se encuentra el descubrimiento aurífero de mayor envergadura a nivel mundial de los últimos 10 años.
Cajamarca cuenta con un área de 51 mil 621 hectáreas, de las cuales están destinadas 12 mil 42 para agricultura y 18 mil 590 ganadería, en suma son 30 mil 632 hectáreas dedicadas al sistema productivo, se puede inferir de alguna manera que hay una presión del 60 por ciento del sistema productivo actual sobre el medio ambiente. Y cada día se perciben con mayor intensidad manifestaciones negativas del clima sobre ecosistemas más frágiles, muy seguramente sino se toman medidas reales y efectivas desde lo nacional, diseñando políticas claras para mejorar las condiciones de productividad y disminuir la presión sobre las zonas de bosques, estaremos muy pronto ante situaciones sumamente difíciles desde el punto de vista ambiental, así lo ratificó recientemente la ONU en un estudio donde alerta sobre el hecho que para el año 2030 la disponibilidad de agua se verá reducida en un 40 por ciento.
Miremos los más recientes hechos ocurridos en Cajamarca, donde el debate llevó a la polarización a los habitantes, frente al tema de la conveniencia o no de una consulta popular para definir la suerte de proyectos mineros en el municipio, inclinándose la balanza en favor de los argumentos jurídicos y de competencia nacional y de interés general sobre el particular (Una pequeña población). Y personalmente, pensaba si realmente esta debería ser la discusión de fondo? Qué hubiese pasado si se hubiese aprobado la famosa consulta? y ¿qué hubiese pasado si la respuesta del pueblo Cajamarcuno, hubiese sido la Negativa al desarrollo de actividades extractivas mineras? Me pregunto si con una hipotética salida de compañías mineras de nuestro territorio se hubiesen solucionado los actuales problemas ambientales y los futuros inconvenientes de suministro de agua? Pues la respuesta sin ser experto ambiental es No. Si verdaderamente no nos concientizamos, sobre los daños que todos, como productores agropecuarios hacemos con el uso indiscriminado de agroquímicos, la tala de bosques etc, muy seguramente en no menos de 15 años tendremos serios problemas de abastecimiento de agua, deterioro del suelo, menor productividad y menores ingresos. También es claro que el estado ha sido incapaz de brindar un verdadero apoyo al agro y de ordenar las zonas productivas y desarrollar un modelo de reconversión productiva amigable con el medio ambiente. ¿Cómo decirle al campesino que siembra papa y que cultiva a 3000 metros en zona de páramo, que no cultive, cuando de ello depende su sustento? cómo hacerle entender a un productor de lulo o tomate que no utilice agroquímicos cuando de ello depende su éxito en la cosecha, realmente se convierte todo esto en una paradoja, pero sigo insistiendo que en buena parte la responsabilidad es del Estado y no de los productores, la falta de diseño e implementación de una política pública de ordenamiento del territorio y de apoyo al campo a través de la reconversión productiva, es una constante que demuestra el poco o nulo interés de los organismos de orden nacional.
¿Cómo posibilitar el desarrollo de actividades mineras que sirvan de fuente de recursos para la satisfacción de necesidades insatisfechas y que redunden en la ampliación del aparato productivo y el desarrollo, sin causar daños al medio ambiente? Ello solo será posible mediante actividades responsables, legales y formales, basadas en una legislación clara, en leyes severas de compensación ambiental, de responsabilidad social empresarial, con transparencia, con la aplicación de sanciones en caso de incumplimientos a esos compromisos y sobre todo con mecanismos de vigilancia y mediante mecanismos de participación ciudadana. El desarrollo sostenible satisface las necesidades presentes sin comprometer los intereses de las generaciones futuras, hace viable todas las actividades productivas, sociales y ambientales, hace posible la equidad, si solo si, logramos ponernos de acuerdo sobre el futuro de un mejor municipio y país, que esté acorde con las tendencias globales, las decisiones que se vienen no son fáciles y en este sentido tendremos que escoger gobernantes, gerentes, administradores que tengan una visión amplia y definida de los problemas locales en entornos cambiantes, visionarios, verdaderos planificadores, estadistas, líderes con capacidad para transformar y gobernar en función del pueblo.
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