Beltrán es considerada víctima de la violencia, porque en 2005 su esposo, que era el secretario del Concejo municipal, fue asesinado, presuntamente, por un grupo subversivo.
Luego de los sucesos, la Administración de turno permitió que la mujer y sus cinco hijos vivieran en un garaje ubicado en la carrera Segunda entre las calles Cuarta y Quinta.
Ayer, en horas de la mañana, inició el proceso de desalojo, actividad en la que varios habitantes intervinieron, pues consideran que se le estaba vulnerando los derechos a la mujer.
“No vamos a permitir que el señor Alcalde a la fuerza cometa una arbitrariedad con esta persona, ni que atropellen a una familia desplazada”, dijo Efraín Bonilla Vasquéz, concejal de Venadillo.
En horas de la tarde, luego de hacer oposición, llegó una oferta de la Administración Municipal.
“He sentido una persecución por parte del señor Alcalde desde mayo, le he dicho que soy desplazada del conflicto armado.
“Al finalizar el día, llegamos a un acuerdo en el que quedé de entregar el predio el miércoles a las 8 de la mañana y ellos me ayudan con el pago de arriendo por cinco meses”. Martha espera que dicho acuerdo de ayuda económica sea cumplido.
EL NUEVO DÍA intentó comunicarse con Jorge Eliécer Sierra, alcalde de Venadillo, pero no fue posible.
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