Pasados siete años desde que Cortolima entregó la licencia ambiental a la Empresa Generadora Unión S.A. por medio de la resolución 2045 en julio de 2010, al proyecto hidroeléctrico del río Ambeima, el tema se volvió a mover recientemente, debido a que el actual operador Energía de Los Andes S.A.S., estaría en cierre financiero para comenzar con el cronograma de operación en la zona.

La propuesta que consiste en producir energía a filo de agua sobre el río Ambeima para transmitirla por conexión eléctrica y generar 45 kilovatios, generó oposición de la comunidad, porque temen que la captación del líquido que se hará sobre el río Ambeima, de alguna manera genere un impacto negativo en veredas como San Fernando, Espíritu Santo Balcones, Granja Ambeima, San Pablo Ambeima, Dosquebradas, Espíritu Santo Albania y en el corregimiento La Marina.

Los temores pasan por los antecedente negativos que dejaron proyectos como el de Amoyá, pues a pesar de que se habló de inversión social esta finalmente no se vio, igualmente se desconoce qué pasará en épocas de sequía.

Sobre el tema habló el director de Cortolima, Jorge Enrique Cardoso, quien explicó que una vez se empiece a ejecutar, Energía de Los Andes deberá cumplir con las obligaciones ambientales impuestas a través de la resolución 2081 de agosto de 2015, documento que establece los monitoreos y control de las fuentes hídricas de la zona.

“El proyecto de todas maneras tiene impactos ambientales, por eso la empresa en su estudio debe formular la matriz de impactos, la construcción de las vías de acceso, la ubicación de las plataformas y el campamento; la casa de máquinas tiene unos impactos que están debidamente valorados en la matriz”, explicó Cardoso.

¿Y en época de sequía?

En 2015 el fenómeno de ‘El Niño’ generó uno de los veranos más intensos en el departamento, por ello se dejó establecido en el permiso ambiental que en época de lluvia el operador tendrá una concesión de agua para la generación de energía de 12 M3 por segundo y en verano el caudal a captar será 10,2 M3 por segundo.

Del mismo modo, “el río Ambeima en época de sequía o lluvia va a tener un caudal ecológico (0.88 M3 por segundo) que va poder resistir las necesidades de toda la microcuenca.

“Y, en verano, se establecen los mecanismos a fin de que ellos (Los Andes) sacrifiquen la generación de energía a favor de todos los usuarios de la cuenca”, precisó el director.

La experiencia

Víctor Manuel Sánchez, integrante de la Asociación Ambientalista de las Hermosas, Asohermosas, comentó que este tipo de proyectos indiscutiblemente trae factores negativos como la llegada de foráneos y la transformación que se hace en el territorio para adelantar construcciones. Agregó que cuando ya está entregada una licencia ambiental, el proyecto “se hace o se hace”, por lo que la alternativa es intentar buscar el mejor provecho para las comunidades.

Sánchez agregó que a pesar de que en el corregimiento La Marina se percibe una oposición marcada, no se pude desconocer que ya se estaría pensando en ejecutar la hidroeléctrica, por lo que es importante crear acuerdos entre los habitantes y la empresa, los cuales deberán quedar plasmados en documentos y si es posible en video, porque en el caso de la central hidroeléctrica ubicada en el Cañón de Las Hermosas, fue “mucho” lo que se acordó, pero al haber cambio de empresa, varios de los compromisos quedaron en el aire.

Inversión del 1%

Otra de las aclaraciones es que por ley se debe destinar el uno por ciento del costo total del proceso constructivo y de inversiones para la protección de la cuenca.

“En 2010 se había calculado que el uno por ciento obligatorio para la fase de construcción era de $780 millones, precios que deben actualizarse a 2017 o al año en que inicien actividades”, explicó Cardoso.

También deberán renovarse las cifras del Plan de Manejo Ambiental para la fase de construcción y operación, igualmente, las transferencias del sector eléctrico que deben ser con destinación específica para la recuperación del río Ambeima.

Con el ánimo de que los recursos lleguen en el momento adecuado, se creará una veeduría para que haga el seguimiento a los tres componentes financieros.