En Amoyá, Chaparral el puente sigue quebrado

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
En 2017 una de las zonas más afectadas por la ola invernal fue el corregimiento de Amoyá, estragos que recaen directamente sobre el día a día de los campesinos.

Hace dos años las quebradas El Neme y Guaní dejaron graves daños en la vía que conecta a Chaparral con Ataco, al igual que, en dos puentes que permitían cruzar sobre dichos afluentes.

A pesar del tiempo y los compromisos que quedaron por parte del Gobierno seccional, en la actualidad los habitantes de 10 veredas tienen serias dificultades para movilizarse.

El corregidor de Amoyá, Yecid Bonilla, contó que la intranquilidad de la comunidad es latente tanto así que constantemente le pide que los visite para que constate los daños viales. “Hay mucha inconformidad porque los gobernantes vienen, prometen y prometen y no cumplen, y esa es una vía departamental”.

Esta conexión también le da paso a los chaparralunos hacia Planadas y Coyaima, por lo que piden que se dé prioridad a dicho sector.

“El puente colapso y ahí hay un badén por donde los carros pasan, pero en tiempo de invierno es intransitable, debido a que la quebrada se desborda, lo que genera que la gente tenga que esperar hasta seis horas para poder cruzar hacia Ataco o a las veredas aledañas al corregimiento de Amoyá”, narró el corregidor.

Geográficamente la vía le da paso a veredas como Aracamanga, Santa Rosa, La Ceiba, Tamargo, Amoyá, Guainí, San Miguel y La Cristalina, lugares desde donde diariamente los campesinos transportan sus productos hacia el casco urbano para buscar el sustento de sus familias.

“Es un llamado respetuoso al Gobernador (Óscar Barreto) para que ponga los ojos en esta vía”, dijo Bonilla.

El corregidor recordó que en su momento, el entonces secretario de Ambiente y Gestión del Riesgo, Fernando Borja, junto a otros funcionarios visitaron el lugar de las afectaciones, “vinieron y socializaron con la comunidad lo que se iba a hacer y esta es la fecha que todo se ha quedado en palabras”, comentó.

Entre las alternativas que se discutieron hace dos años fue de la posibilidad de instalar un puente militar, medida que no se concretó. Ante la necesidad de una solución, los pobladores abordan a los delegados de la Gobernación cada vez que pueden, gestión que da como respuesta que deben esperar.

Bonilla, aclaró que su reclamo no es para darle “leña a las administraciones, simplemente como autoridad me preocupa que llegue a suceder algo sobre esta vía”.

Credito
XIMENA VILLALBA C.

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