Comunidad educativa de Ataco entró en paro para exigir servicio de agua

SUMINISTRADA – EL NUEVO DÍA
Padres de familia, acudientes y estudiantes del Colegio Santiago Pérez, sede Cascarillo Alto, completaron una semana en paro exigiendo mejorar las condiciones de la Institución Educativa.

La problemática por la ausencia de agua en las instalaciones educativas de la vereda Cascasrillo, ha sido una de las situaciones que la comunidad ha reclamado constantemente.

Según los padres y estudiantes, la sede nunca ha contado con agua a pesar de que ya completaron siete años de funcionamiento.

“Es tremendo lo que está pasando. Al principio una solución que nos dieron fue poner el agua por gravedad pero no llegaba al Colegio y quedaba mucho más abajo, así que los niños la cargaban desde allá”, afirmó Luis Enrique Olivera, acudiente de varios estudiantes de la Institución y uno de los líderes del paro.

No obstante, mencionó que esta medida no duró mucho y que ahora los alumnos deben llevar agua desde sus casas, así como los acudientes o padres de familia deben aportarla para los refrigerios.

“El colegio no tiene ni siquiera las llaves de las duchas; nunca ha tenido una tubería o instalación de agua. De hecho, tiene dos tanques y se dañaron por no usarse”, agregó Olivera.

La situación genera preocupación por el desgaste al que deben someterse los niños y jóvenes que estudian en la sede para cumplir adecuadamente con sus labores académicas.

Cabe resaltar que a la institución, que es una de las sedes de bachillerato del Colegio Santiago Pérez, asisten alumnos de diferentes veredas del municipio como Cascarillo, Casa Verde o El Triunfo.

Son más de 80 estudiantes los que se ven afectados con la situación, así como el resto de la comunidad educativa.

“Ese servicio es muy malo, aveces tenemos que cargar el agua para el refrigerio o ir en la hora del descanso a las casas vecinas”, comentó Karen Aldana, estudiante de grado Noveno.

La joven refirió que hay alumnos que viven a una hora o más de la sede y deben caminar para llegar a clases, por lo que la falta de agua se convierte en una gran necesidad.

Y Olivera agregó que, “hay niños que se levantan desde las cuatro de la mañana para desplazarse y llegar a tiempo, como otros suben al colegio a caballo para cumplir con sus labores académicas”.

Dicha situación desencadenó en la reducción de la jornada académica, “ahora entramos a las 7:30 y salimos a las 12:30, nos tuvieron que recortar una hora de clases por la falta de agua porque antes salíamos a la 1:30”, refirió Aldana.

 

Inicio del paro

Desde el martes de la semana pasada que se tomó la decisión de ingresar a cese de actividades, una de las medidas fue encadenar los salones.

“Declaramos un paro pacífico sin afectar a ninguna otra Institución Educativa ni el transporte en nuestra zona, es una forma de protesta para que nos escuchen porque es algo serio”, argumentó Olivera.

También resaltó los problemas de infraestructura y electricidad que afronta el colegio.

Además de no tener comedores o el suelo de la cancha deportiva que está desgastado y representa peligro para la práctica deportiva.

“Nunca ha salido un proyecto para la Institución y es algo en lo que no se va mucho dinero, es invertir en el lugar al que asisten tantos niños que son el futuro de Colombia”, agregó.

En cuanto al Rector, comentó que se acercará a la sede mañana, y al parecer solicitará el acompañamiento de un padre de familia para reunirse en la Administración Municipal.

No obstante, destacó que el cese no culminará hasta que den una respuesta concreta a la situación.

“El paro no terminará hasta que no hayan soluciones efectivas”, finalizó.

EL NUEVO DÍA intentó establecer comunicación con Jader Armel Ochoa, alcalde de Ataco, pero no se obtuvo respuesta.

Credito
REDACCIÓN REGIONAL

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