En lo relacionado al acueducto y alcantarillado, el mandatario explicó que actualmente se está terminando de recolectar información con la Empresa de Servicios Públicos Espuflan y Cortolima, de allí se procederá a radicar el proyecto ante el Viceministerio de Agua Potable y Saneamiento Básico para buscar la viabilidad técnica.

“Lo que hemos dicho es que se va hacer por fases porque es un proyecto muy grande. Vamos a presentar la primera, que está por cerca de $30 mil millones, $20 mil millones harán parte de la primera etapa del alcantarillado y $10 mil para el acueducto”.

En este proceso algunos de los puntos más críticos, según los estudios y diseños, y que tendrían prioridad son los barrios San Luis, Las Quintas, Las Orquídeas, “diferentes barrios que vamos a empezar a intervenir por etapas”.

Situación financiera

De otro lado, Herrera comentó que recibió el municipio con un deuda de $10 mil millones, “lo cual nos ha tocado sortear, además de una serie de desórdenes administrativos, (por lo) que hemos querido desde un principio llegar a organizar la casa, a coordinar y poder arrancar en esta administración como debe ser”.

En el tema de salud, actualmente, cursa una denuncia sobre el hospital, el cual está siendo investigado por la Fiscalía. Sin entrar en muchos detalles, el mandatario explicó que ya se compulsó copias ante la Procuraduría y la Contraloría.

Lo que se indaga es un posible hecho de corrupción que estaría relacionado con el desvío de recursos y que superaría los $200 millones “eso es sujeto de investigación directamente de los entes de control, la administración ha manifestado que se esclarezca este tipo de cosas para bien de la salud de todos los flamencos”, precisó el burgomaestre.

Seguridad

En este primer bimestre se han adelantado varios consejos de seguridad, espacios en los que reiteró el apoyo de la Fuerza Pública y la Gobernación. Herrera comentó que encontró las 12 cámaras de seguridad del municipio con daños, de esta cifra recuperó seis, asimismo, mencionó que se logró fortalecer la presencia del Ejército Nacional con la llegada de unidades del Batallón Jaime Rooke que incrementaron los puestos de control y requisas, mientras que con la Policía se hace presencia en los sitios de mayor afluencia de turistas.