Es preciso reiterar sobre la necesidad de retomar actitudes que se están perdiendo. Si bien la mayoría de las personas están de acuerdo con ello, son muchas también las que aún reconociendo lo importante que son, poco hacen para recuperarlas.
Posiblemente una de las pocas generalizaciones válidas es que: ninguna generalización es cierta. Llama la atención entonces que, aún sabiéndolo, se mantiene la fuerte tendencia a generalizar sobre casi cualquier cosa.
Hoy, cuando se registran altas tasas de desempleo, la competencia se hace muchísimo más dura a la hora de conseguir empleo. En consecuencia, cuando se trata de definir quién será el seleccionado para ocupar un cargo en una empresa o en casi cualquier entidad, una buena entrevista resulta crucial para complementar una buena hoja de vida.
La abundante información que leemos, vemos y escuchamos en forma continua sobre crisis, tragedias, problemas, corrupción, nuevos virus, guerras, etc., hace necesario que reforcemos la práctica de comportamientos que impidan que sucumbamos en la angustia y desesperanza.
El anfitrión del evento es quien decide, de acuerdo con su motivación, la formalidad que desea para la reunión que va a ofrecer, a su vez, debe tener claro que cada estilo tiene unas características y que es adecuado atenderlas.
La sabiduría popular reflejada en los refranes se debe tener en cuenta. La mayoría de ellos como por ejemplo “el que mucho abarca poca aprieta” o “cuando río suena piedras lleva”, entre muchos, dejan un significativo mensaje. Igual ocurre con “el mucho vestir desnuda” y “menos es más”. Y es cierto, todo exceso hace perder la armonía y la belleza de lo sencillo.
Enero es un buen tiempo para agradecer y para incluir entre sus propósitos para el nuevo año el adoptar comportamientos propios de una persona agradecida.
La mayoría de las personas -infortunadamente- viven la fe de manera equivocada. Se tiene más fe en que todo va a salir mal, en lugar de creer en que las cosas pueden resultar mejor.