Puede parecer que dar la mano al saludar es un acto cotidiano sin mayor importancia.

Ser invitado a una reunión o un evento significa que alguien tiene en cuenta su nombre para incluirlo es una lista selecta de personas para asistir.

Si usted se cuenta entre quienes viajan en transporte público urbano o intermunicipal, si debe pasar largo rato en salas de espera de médicos, del aeropuerto u otras similares, es posible que haya tenido que sufrir o haya hecho padecer a otros con ese mal hábito de quienes suelen hablar por celular largo tiempo y en tono increíblemente alto.

Muchos dicen que está pasado de moda mandar a imprimir tarjetas personales a las que veníamos acostumbrados y utilizarlas para las relaciones laborales. Dicen también que son obsoletas y que estas van a terminar en el basurero, etc.; ello, como consecuencia de la tecnología, que las ha sustituido por otras formas de almacenamiento de la información.

Si aún no identifica por qué sus amigos no lo invitan tan frecuentemente como usted quisiera o advierte que le hacen el quite, continúe reflexionando hasta encontrar qué puede hacer para cambiar esta situación.

Si ha sentido que a pesar de ser simpático no es recibido todo lo bien que quisiera, si observa que sus amigos no lo tienen en cuenta para invitarlo a los eventos sociales, si considera que algunas personas lo evitan o no percibe un genuino agrado de la gente cuando está en su compañía, algo debe ocurrir con su comportamiento y es necesario que piense sobre el tema si quiere cambiar tal situación.

La tecnología es una gran aliada de la comunicación, permite estar en contacto con otros en tiempo real y facilita entrar en conversación con quienes están al otro lado del mundo y, además pueden verse.

Junio llega con la temporada de fiestas a la ciudad y los organizadores del Festival, así como la comunidad en general prende motores para traer alegría a los ibaguereños y visitantes.

Posiblemente muchos piensan que nada, o muy poco, tienen que ver los modales o el comportamiento de la persona con la sostenibilidad ambiental. No es así. Los hábitos individuales pueden contribuir en forma significativa a mejorar o deteriorar nuestro medio ambiente.

Con frecuencia los niños asisten a fiestas de sus amiguitos, son invitados por sus vecinos o comparten celebraciones de cumpleaños que se realizan en el colegio.