Como un detrimento calificó la concejala Diana Jaidy Castro la forma en que la empresa de Energía del Tolima, Enertolima, ha venido ocupando el predio ubicado, contiguo al Tecnoparque del Sena, sector de Picaleña, y que fue cedido por el municipio a la Unidad de Salud de Ibagué, mediante resolución del 26 agosto de 2011. 

La concejala admitió no entender por qué la administración anterior no efectuó el reclamo de dicho inmueble para adelantar las obras de construcción del nuevo centro hospitalario y cuyo valor estaría alrededor de los nueve mil millones de pesos. 

El concejal Flavio William Rosas Jurado, cuestionó el por qué Enertolima reclama el pago de 850 millones de pesos a la Administración, cuando desde 2003 la empresa ha venido ejerciendo un usufructo del mismo y, Electrolima, empresa en liquidación, no efectuó el registro ante Planeación municipal, que en su momento certificó que no existía afectación alguna sobre el terreno. 

Rosas reveló que los recursos por los cuales Enertolima pretende se le indemnice, corresponderían a unas obras de mejoramiento efectuadas por la misma.

El concejal Pedro Mora, ponente en el debate, aseguró que sobre el bien no pesa ninguna orden de comodato o que permita verificar el arrendamiento del mismo, por lo cual solicitó a la Contraloría investigar quién autorizó el permiso y bajo qué condiciones se efectuó el negocio. 

“Es una irregularidad, una indelicadeza de la empresa que no haya ni siquiera preguntado de quién es ese lote y hayan usufructuado el predio. Cuántos lotes no habrán en manos de particulares enriqueciéndose a costa de los pobres. 

“La misma empresa asegura que cuando compraron Electrolima ya estaba ahí, y lo que ha habido es una cortina de humo”, aseveró el concejal.  Mora refirió que dicho predio se encuentra afectado por una vía pública que hay que construir y detrás “existe una serie de irregularidades que deberá resolver los entes de control correspondientes”.  

Enertolima responde

El representante legal suplente de Enertolima, Juan Carlos Hernandez, aseguró que la empresa ya ha manifestado su intención a la Alcaldía de llegar a un acuerdo para la entrega del bien y que no es intención de la misma impedir la construcción de la nueva sede de salud en la comuna. Hernandez recordó que Enertolima inició labores en agosto de 2003 y que en mayo de 2006 efectuó la compra de la infraestructura. 

Según el directivo, los archivos de Electrolima, que no estaban en óptimas condiciones, permiten verificar que existía un acuerdo entre una entidad del Gobierno local para que la subestación fuese ubicada allí y prestara atención a la comunidad de los barrios Los Tunjos y a futuras urbanizaciones que serían construidas en la zona. 

Hernández aseveró que para la época de los hechos, Enertolima efectuó la compra como un paquete completo y que la información que se tenía de cada uno de las subestaciones, infortunadamente, no estaba bien organizada.  

Dato

Según la resolución 240 de 2011, si en un término de dos años a partir de la publicación del acuerdo 17 de 2011 la USI no contratara con un término de dos años la construcción y puesta en marca del proyecto, el lote volvería a manos del municipio. 

Cifra 

9mil 742 metros cuadrados es el área destinada para la construcción de la nueva unidad de salud intermedia de la ciudad.