“Queremos que las elecciones de 2022 tengan el sello de mujer”, Doris Méndez

Crédito: Suministrada / EL NUEVO DIADoris Méndez, Presidenta del Consejo Nacional Electoral.
Tras ser elegida como Presidenta del Consejo Nacional Electoral, la abogada ibaguereña dijo que la entidad trabajará para garantizar el cumplimiento y respeto de la paridad de género, así como promover los liderazgos femeninos en todo el país.
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EL NUEVO DÍA: En términos de igualdad de género e inclusión, ¿qué mensaje está enviando el CNE al elegirla como Presidenta?

DORIS MÉNDEZ: La elección como nueva Presidenta del CNE es un reconocimiento al mérito y a mi trayectoria profesional, así como al trabajo que he liderado con mi equipo en el ejercicio de la magistratura y en la constante defensa de la equidad de género y la inclusión. Llegar a la Presidencia es resultado de disciplina y perseverancia, de lucha constante por cumplir los sueños. 

El hecho que mis compañeros magistrados me hayan postulado, representa la confianza en el trabajo que he realizado y, a su vez, es un mensaje de que las mujeres podemos llegar y desempeñar los cargos de máximo nivel decisorio; es inspiración para que más mujeres participemos en el poder público y abramos caminos de la inclusión con incidencia, demostrando que sí estamos preparadas y podemos liderar con dignidad y respeto hacia nuestros derechos. 

Me siento muy orgullosa de llegar a este cargo, con el cual el CNE reafirma su compromiso con la defensa y garantía de los derechos de las mujeres, con la igualdad e inclusión como ejes del cambio social. Con la fuerza que nos caracteriza a las mujeres tolimenses, tierra que me hace muy feliz representar, vamos a liderar estas banderas por una democracia paritaria y participativa.

 

E.N.D.: Sé que como magistrada ha trabajado por generar espacios de equidad de género, pero ahora como cabeza de la entidad, ¿cómo va a potenciar esa labor?

D.M.: Vamos a potenciarla al triple. Este CNE organizará las elecciones nacionales de 2022 con perspectiva de género, en las que desde ya, en la etapa pre-electoral, vamos a garantizar el cumplimiento y respeto de la paridad de género. Desde ahora, como Presidenta, hago un llamado a todas las organizaciones políticas para que se comprometan de forma unánime con la democracia paritaria, en la que la figura del conocido relleno desaparezca de nuestra política, en el que formemos los liderazgos femeninos transformadores y le demos herramientas a las mujeres en todas las regiones, para que no solo sean candidatas, sino para que lleguen efectivamente a los cargos.

En cabeza del CNE, vamos a adoptar decisiones dirigidas a lograr que la paridad sea una realidad. Vamos a trabajar con los aliados estatales, internacionales, organizaciones políticas y sociedad civil para promover los liderazgos femeninos en todos los territorios del país para que logremos una masiva e histórica participación de las mujeres. 

Llegamos para transformar y queremos que las elecciones de 2022 tengan el sello de mujer, donde todos trabajemos juntos por una democracia equitativa, justa, inclusiva y libre de violencias basadas en el género. 

 

E.N.D.: A modo de diagnóstico, ¿qué tan grande es el desafío de la paridad en nuestro sistema político y la formación de liderazgos femeninos en Colombia?

D.M.: La paridad es un gran reto para el sistema político colombiano. Su reciente aprobación en el nuevo Código Electoral no fue fácil, se había intentado muchas veces en el Congreso, y la experiencia internacional nos demuestra que su aplicación tampoco lo será. 

Desde el 2011 veníamos implementando la cuota del 30% y al día de hoy Colombia tiene una de las brechas de participación política de las mujeres más amplias de América Latina con tan solo 17,5% de mujeres en las asambleas, 17,9% en los concejos y 19,7% en el Congreso. Nos demoramos una década en pasar a la paridad en la norma, así que depende de todos los actores electorales, que esa norma en el papel sea realidad en la política.

Todas las organizaciones políticas, partidos, movimientos políticos, grupos significativos de ciudadanos, movimientos sociales, tienen un gran papel en este propósito. Cumplamos con la paridad, pero también promovamos las listas cremalleras y listas encabezadas por mujeres, apoyemos sus campañas políticas con herramientas de financiación y capacitación, y sancionemos la violencia contra mujeres en política por razón de género, para que logremos una paridad de resultado y sustantiva. Lograrlo contribuirá a una sociedad más equitativa y, a su vez, en desarrollo y justicia social. 

 

E.N.D.: Aunque no lo digan en público, algunos políticos desdeñan la conformación paritaria en listas a corporaciones públicas porque, según ellos, no hay mujeres interesadas en participar en política y no tienen votos. ¿Qué le diría a quienes piensan así?

D.M.: Les diría dos cosas. La primera, que al haber recorrido el país con la Ruta Súbete al Bus, soy testigo de que hay muchas mujeres con demasiado interés por participar en la política, pero además con ejercicios de liderazgo destacables en sus comunidades, barrios y municipios. Lo segundo, es que lo que estas lideresas necesitan es que estos políticos cambien esos estereotipos culturales, y lo hagan desde el interior de las organizaciones políticas, abriendo espacios a los liderazgos femeninos para que tengan incidencia en las decisiones. 

Las mujeres sí quieren estar en la política, pero además quieren transformarla. Es el sistema político el que se resiste por herencia de siglos de desigualdad y exclusión, pero cuando escuchamos las voces, ideas, propuestas y liderazgos de mujeres y hombres en las escuelas y talleres que hemos realizado en las regiones, nos convencemos que el cambio es imparable. 

 

E.N.D.: ¿Qué tarea podrá cumplir con los partidos para que más allá de los discursos, se tomen en serio la promoción de mujeres líderes y abran los espacios que eso implica?

D.M.: La democracia interna de las organizaciones políticas es el espejo del Estado, así que si queremos un Estado y sociedad paritaria, debemos promover, vigilar y garantizar que la equidad e inclusión sean pilares de acción desde el interior de los partidos. Las organizaciones políticas, sean partidos o movimientos políticos, grupos significativos de ciudadanos o movimientos sociales, tienen una responsabilidad relevante para que logremos paridad material. 

Para ello es necesario que reformen sus estatutos y se adopten normas para garantizar la paridad desde sus estructuras internas; que sus procesos de elección de candidaturas y conformación de listas sean realmente democráticos y garanticen los principios de equidad, inclusión y pluralismo, así como sancionar la violencia contra mujeres en política por razón de género. 

Como entidad encargada para inspeccionar, vigilar y controlar las organizaciones políticas, vamos a trabajar de la mano con ellos y emitir lineamientos para la efectiva aplicación de la paridad y de la erradicación de la violencia en política contra mujeres. Vamos a promover la creación y fortalecimiento de las instancias de género en su interior, a capacitar a sus directivas, hombres y mujeres, en el respeto a los mandatos constitucionales, para que con voluntad conformen listas cremalleras o donde las mujeres encabecen, y a su vez, acompañen sus campañas con financiación y capacitación. 

 

E.N.D.: Hace poco también fue elegida como Presidenta de la Asociación de Magistradas Electorales de las Américas. ¿Cuáles son las líneas del trabajo que piensa hacer desde ese cargo?

D.M.: La Presidencia de Amea va a permitirnos alienar nuestra agenda nacional para la defensa de los derechos políticos de las mujeres con la agenda internacional. Es claro que las acciones afirmativas como la paridad, la sanción de la violencia política o las medidas de financiación con enfoque de género han sido resultado de un trabajo conjunto entre naciones que reconocen en la equidad como un eje transformador del Estado y la sociedad. 

En ese sentido, con Amea vamos a promover y generar espacios de intercambio de experiencias, buenas prácticas y estadísticas de avances o retrocesos en participación política de las mujeres y en erradicación de la violencia política, eso lo vamos a lograr a través del Observatorio Regional. Así mismo, vamos a aprovechar este conocimiento de nuestras expertas electorales para la formación en equidad de género, y con ello vamos a posicionar a Amea como referente internacional de consultoría y acompañamiento para la incorporación del enfoque de género en los procesos electorales a través de misiones de observación con caracterización de género, generación de datos cualitativos y cuantitativos públicos, jornadas de formación con centros educativos en cada uno de los países de la región, entre otros proyectos que iremos planteando. 

 

Trabajo interno de la entidad

E.N.D.: El CNE había perdido credibilidad y confianza de la ciudadanía por decisiones polémicas del pasado. ¿Qué se está haciendo para transformarlo?

D.M.: Ha sido un trabajo colectivo. Este CNE se propuso transformar su imagen y demostrarle a la ciudadanía su relevancia y credibilidad en la garantía de nuestros valores democráticos. Hemos logrado que nuestras decisiones sean de alta calidad jurídica, en derecho, libres de los intereses partidarios. Hemos adoptado decisiones que generan línea y precedentes en lo electoral, de índole progresistas e innovadoras generando seguridad jurídica y confianza ciudadana hacia la institución. Esto lo hemos logrado a través de la unidad en medio de la diferencia de posturas, que ha enriquecido los debates.

Los presidentes que me han antecedido han logrado un trabajo de altas calidades y han posicionado al CNE como una entidad seria, respetada y sólida. En las elecciones del 2019 lo demostramos con garantía de la transparencia, la participación y la contradicción. En el marco de la pandemia, jamás hemos dejado de sesionar, sino que por el contrario, respondimos a la ciudadanía con eficiencia, adaptación y celeridad. 

Continuaremos este buen hacer y lo fortaleceremos, demostrando al país nuestra independencia, ejerciendo con vigor y firmeza las competencias constitucionales de inspección, vigilancia y control, y garantizaremos que las elecciones de 2022 sean transparentes, equitativas, pacíficas y justas. 

 

E.N.D.: ¿Cómo afrontará las elecciones de 2022, sobre todo con los nuevos cambios del Código Electoral? 

D.M.: Vamos a hacer una planeación a la altura de los retos y los cambios del nuevo Código Electoral, un código ajustado al Siglo XXI, a los mandatos constitucionales e internacionales. Estamos esperando la sentencia de revisión por parte de la Corte Constitucional, la cual avizoramos defenderá los principios y garantías democráticas allí establecidas y que fortalecerán los procesos electorales de 2022. Serán elecciones con perspectiva de género, con respeto hacia la inclusión y con la transparencia como principio rector. 

Garantizaremos las medidas sanitarias a que haya lugar en todas las etapas del proceso, pre-electoral, electoral y post-electoral, así como el acceso, adecuación y adaptación al uso de las tecnologías de la comunicación para que los términos y el derecho de defensa no se vean afectados en ningún momento, ni por ninguna razón. Adoptaremos protocolos y lineamientos que garanticen las normas del nuevo Código Electoral, buscando la participación de todos los actores electorales, organizaciones políticas, candidaturas, medios de comunicación, las plataformas digitales, organismos de control, sociedad civil, entidades estatales, logrando la mayor legitimidad posible. 

De la mano de los organismos de control y entidades encargadas de velar por la garantía de los procesos electorales, protegeremos el voto libre e informado, el respeto a los límites electorales en la propaganda y financiación, la rendición pública de los recursos, así como su seguimiento y control, y promoveremos una cultura cívica de participación, confianza, de no violencia y democrática.

Credito
Redacción Política

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