El triste episodio tuvo lugar en Bali, Indonesia. Allí, Anang Firdaus, decidió visitar a su padre después de postergarlo seis años por cuestiones laborales. El cuadro que se encontró no pudo ser más trágico: encontró a su querido familiar reducido a un esqueleto recostado en la cama.

Según el hombre, la última vez que se vieron fue en el 2016, pero mantuvieron contacto hasta el 2018. Firdaus afirma que fue su padre quien, en sueños, le pidió que lo visitara. Al llegar a la casa, ingresó de sorpresa por una ventana e ingresó forzadamente por la puerta de la habitación principal.

El hombre inmediatamente se dio a la tarea de recoger los restos de quien fue su padre adoptivo y llevarlos al hospital, para encontrar la causa de la muerte. Después de esto, los restos serán incinerados.