Sube la temperatura en Colombia: "Se espera uno de los años más calurosos" IDEAM explicó

Crédito: VANGUARDIA/El Colombiano El IDEAM resolvió dudas sobre el clima venidero.
El fenómeno de El Niño ya está ocurriendo. Buena parte del mundo sentirá sus efectos, pero en especial los países ubicados en la zona tropical del mundo cuyas costas son bañadas por el océano Pacífico.
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El IDEAM ha pronosticado que las regiones Andina y Caribe serán las más afectadas en el país. Además de los efectos que pueda tener este fenómeno frente a sequías o alzas en el costo de la energía, también genera riesgos en materia de quemas forestales y problemas de salud para las personas para la exposición a la radiación solar, las quemas forestales y la importancia de optimizar el uso del agua.

Para enfrentarlo, el gobierno declaró la emergencia económica, social y ecológica en La Guajira debido a la vulnerabilidad que tiene este departamento frente a una eventual escasez de agua, pero todo el país debe prepararse para lo que viene.

Ghisliane Echeverry Prieto, directora del IDEAM, habló con Colprensa sobre qué esperar del fenómeno de 'El Niño' en Colombia.

 

¿Cuáles son los efectos del fenómeno del Niño en Colombia y cómo se monitorea su evolución?

El fenómeno del Niño es el calentamiento del océano Pacífico. Nosotros somos el enlace y representante de Colombia ante la Organización Meteorológica Mundial. En este sentido, cuando tenemos alguna novedad respecto al fenómeno, lo comunicamos a través de nuestros comunicados especiales, que son alertas globales. No hacemos un seguimiento específico del calentamiento del océano Pacífico, pero sí de sus efectos en nuestro país. En este momento, las condiciones del fenómeno del Niño se encuentran presentes. Es decir, el océano Pacífico ya está calentándose. Sin embargo, no ha habido una declaratoria oficial a nivel nacional ni internacional, ya que se debe esperar un tiempo de 5 meses para que el calentamiento del océano esté estable y se pueda hacer la declaratoria.

Hemos observado, en nuestro seguimiento climático, que durante los meses de abril, mayo y junio, las precipitaciones en el país han estado por debajo de los niveles históricos. Se espera que tengamos uno de los años más calurosos en toda la era postindustrial. El fenómeno del Niño puede contribuir a un aumento de la temperatura global. Es decir, este año podría ser más caliente, aunque no hay certeza sobre si será este año o el próximo. Los escenarios apuntan a que, después de un fenómeno del Niño, podría venir un año aún más caliente, lo que generaría una temporada muy prolongada de condiciones extremas.

Esta disminución de precipitación en el país se traduce en sequías, lo cual afectaría el caudal de los ríos y la disponibilidad de agua, sobretodo en la región andina y Caribe, impactando en todas las áreas de demanda, incluyendo el consumo humano, la producción de alimentos y el uso industrial, entre otros. Uno de los efectos más fuertes del fenómeno del Niño es el aumento de los incendios, que conlleva la pérdida de cobertura vegetal y el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero. También se presenta un deterioro en la calidad del aire, lo que tiene implicaciones en la salud. Además, hay otros efectos colaterales, como el incremento de enfermedades como el dengue, zika y Chikungunya. Todo esto ejerce presión sobre los servicios hospitalarios.

 

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¿Cómo podemos fortalecer la participación de la ciudadanía en los monitoreos y las alertas tempranas del IDEAM?

Una forma de involucrar de manera significativa a la ciudadanía es fortaleciendo los monitoreos ciudadanos y las alertas tempranas. Esto se logra al poder involucrar a la comunidad de diversas formas. Una de ellas es a través de la creación de redes de comunicación. ¿Dónde están estas redes? Por ejemplo, si hay un incendio antes de que se propague, la comunidad puede generar la alerta. Son las personas que viven en los territorios las que detectan si el río está bajando o subiendo.

Aunque en este momento no tengamos un sistema de medición en cada uno de los cauces del país, las personas pueden percatarse de los cambios en el nivel del río y generar esas alertas, llenando así las alertas tempranas de manera conjunta. Sería un trabajo interesante, más que una recomendación, es una invitación para articularnos con la ciudadanía. Estamos dispuestos a crear esas redes en los territorios y generar alertas conjuntas sobre la precipitación, el caudal de los ríos, los incendios forestales y la calidad del aire. Todo esto es relevante en el contexto del fenómeno del Niño y en la necesidad de evaluar las afectaciones e impactos que puede tener en el país.

 

¿Qué medidas y recomendaciones se establecen en caso de una ola de calor, por el fenómeno del niño, para proteger a la población y garantizar su seguridad?

Si se llegara a presentar una ola de calor, el IDEAM emitirá la correspondiente alerta para que las autoridades locales, regionales o nacionales puedan recomendar las medidas adecuadas. Estas recomendaciones se encuentran estipuladas en protocolos y son generadas por diferentes entidades, como la Unidad de Gestión de Riesgo y el Ministerio de Salud, quienes tienen la responsabilidad de establecer los protocolos específicos para cada situación.

 

¿Cuáles son las previsiones y pronósticos sobre la intensidad del fenómeno del Niño?

En este momento, ya se presentan las condiciones que nos permiten afirmar que el fenómeno del Niño ocurrirá. Las predicciones indican que hay una probabilidad superior al 80% de que sea un Niño moderado y alrededor del 50% de que sea un Niño fuerte. Esto implica que es más probable que se presente un Niño moderado entre finales de este año y principios del próximo. Se espera que la intensidad del fenómeno del Niño sea mayor durante la temporada de menor precipitación. Es decir, durante una época en la que normalmente experimentamos menos lluvia. El fenómeno del Niño exacerbado disminuirá aún más la precipitación, lo que resultará en impactos más fuertes.

 

¿Cuáles son las expectativas en cuanto al impacto económico que el fenómeno del Niño podría tener en Colombia?

Hay muchos sectores económicos. Nosotros no tenemos las cifras de sus impactos, las tiene la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo y Desastre. Sin embargo, lo que sí hacemos es participar en metas específicas, como con el Ministerio de Energía o en las mesas agroclimáticas con el Ministerio de Agricultura. Esto nos permite tener de primera mano todo el seguimiento, todos los datos y todas las capas de información. Los sectores cruzan esta información con la suya para calcular de manera más precisa los impactos.

Es importante mencionar que el fenómeno del Niño no es el único fenómeno meteorológico que afecta al país. La atmósfera es muy compleja y tenemos la Oscilación de Madden Julian, que provoca menos lluvias en esta temporada. También hay corrientes como el Chorro del Orinoco y otros tipos de vientos que influyen en el clima.

 

¿Qué relación existe entre el calentamiento global y el Fenómeno de El Niño, y cómo afecta esto a la salud de las poblaciones?

El fenómeno del Niño es un evento meteorológico que ha ocurrido de manera natural a lo largo del tiempo y forma parte de las fluctuaciones de enfriamiento y calentamiento de los océanos. Sin embargo, en la actualidad nos encontramos en una crisis climática, donde la temperatura media global ha aumentado de manera acelerada en los últimos 50 años.

Este cambio en los patrones de precipitación puede generar desastres naturales y sequías extremas, independientemente del fenómeno del Niño, debido a la crisis climática en la que nos encontramos. Lo preocupante es que cada vez resulta más difícil predecir con precisión lo que sucederá. Este año en particular carece de comparativos históricos, ya que mientras el Pacífico se está calentando debido al fenómeno del Niño, el Atlántico debería enfriarse por compensación térmica, pero es la primera vez que ambos océanos están calientes simultáneamente.

Es un año atípico, y hemos observado que los ciclones tienden a debilitarse al acercarse a nuestras costas y luego recuperar fuerza al dirigirse hacia Centroamérica. En cuanto a las lluvias, en este momento la región de La Guajira está experimentando precipitaciones por encima de lo normal, a pesar de encontrarnos en una temporada de Niño. Esto se debe a la influencia de los ciclones. Sin embargo, una vez que llegue diciembre, enero y febrero, cuando se intensifique el fenómeno del Niño, es probable que la precipitación disminuya significativamente.

 

Cuando se emite un comunicado y se evidencia que existe una situación anormal, ¿cuáles son las medidas que se toman y cuál es el proceso regular que se sigue después de emitir la alerta?

Hay varias formas de acción dependiendo del tipo de alerta. Por ejemplo, si se trata de un comunicado sobre inundaciones y ya se está enfrentando una emergencia o se han producido impactos, se establece un Plan de Mando Unificado liderado por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo y Desastre, en el cual el IDEAM participa. En este plan, se reúnen diferentes entidades como el gobierno local, organizaciones de defensa civil, la Cruz Roja, la policía y los bomberos, entre otros. En estos planes de acción, el IDEAM proporciona información de primera mano para respaldar la toma de decisiones.

Si emitimos una alerta relacionada con la calidad del aire, generamos un boletín especial donde monitoreamos la calidad del aire. En casos de sequías, también se pueden establecer Programas de Manejo de la Sequía (PMU) y regularmente participamos en estos programas. En el marco de estos programas, el IDEAM proporciona información sobre los caudales de los ríos en las áreas pertinentes.

 

¿Se espera que el impacto del Fenómeno de El Niño sea lo suficientemente significativo como para afectar de manera considerable las medidas y cifras de deforestación en los próximos meses?

Definitivamente, lo que sabemos es que una disminución en la precipitación, es decir, una reducción en la lluvia durante la temporada seca, aumenta la deforestación. Esto puede ser debido a incendios, causas naturales o simplemente porque se dan todas las condiciones propicias para la deforestación ilegal. Por lo tanto, existe una relación entre la disminución de lluvias y el aumento de la deforestación.

Este año, hacia finales de año, se espera una época con menos lluvias, intensificada por el Fenómeno de El Niño. Nuestras predicciones indican que esta disminución se dará en todo el país, incluyendo la Amazonía colombiana, que es donde se registran los mayores índices de deforestación. El Fenómeno de El Niño favorecerá las condiciones para la deforestación. Sin embargo, no podemos asegurar que ocurra, ya que también depende de cómo las entidades judiciales y el gobierno en general actúen para contenerla.

 

¿Cuáles podrían ser las zonas más afectadas por el Fenómeno de El Niño y cómo deberían enfrentar los desafíos que presenta esta situación?

En este momento, algunas zonas se ven más afectadas y perjudicadas. Aunque todavía no hay una declaración oficial del Fenómeno de El Niño, se espera que ciertas áreas sean claramente impactadas, como el departamento de La Guajira. La baja precipitación en este departamento se agrava con el fenómeno, lo que significa que el suministro de agua estaría escaso. Según nuestros mapas de predicciones basados en experiencias anteriores de Fenómenos de El Niño, más del 70% del territorio de La Guajira experimentaría una disminución significativa de la lluvia.

También se observa que varias municipalidades en la región Caribe y Andina estarían en riesgo debido a la baja precipitación. En general, gran parte del territorio nacional, incluyendo las zonas continentales e insulares como San Andrés y Providencia, se vería afectado por este fenómeno. El panorama muestra una disminución generalizada de las lluvias, aunque en algunas áreas puntuales como el Chocó en la región del Pacífico y algunos puntos de la Amazonía, podrían experimentar lluvias por encima de lo normal durante el Fenómeno de El Niño.

Además, según nuestros datos del Estudio Nacional del Agua, más de 200 municipios en el país podrían enfrentar una sequía significativa. También tenemos un Índice Multivariado de Sequía que identifica los municipios, principalmente en las regiones Andina y Caribe, que estarían expuestos a sequía extrema o muy extrema.

 

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¿Cuáles son los sectores que se pueden ver más afectados debido al Fenómeno de El Niño, basándose en su análisis y seguimiento de la situación actual?

En general, el sector agrícola y el sector energético podrían ser dos de los afectados. Según lo que hemos observado en las mesas de trabajo y en los acuerdos intergubernamentales, han organizado medidas para mitigar los efectos de la sequía en estos sectores. Parece que el sector energético está preparado para enfrentar esta situación de sequía. Sin embargo, los sectores más vulnerables y afectados serían los pequeños agricultores, quienes carecen de los recursos necesarios para suplir o abastecerse de agua.

Además, el consumo humano y la racionalización del agua potable serán aspectos críticos durante este período, ya que la disminución en los niveles de los ríos puede dificultar la captación de agua para su potabilización. Esto afectará tanto a municipios y ciudades principales como a localidades más pequeñas. El suministro de agua para consumo humano es uno de los aspectos más relevantes y que requerirá atención especial.

En este contexto, también se deben considerar los efectos colaterales en los servicios hospitalarios y otros sectores, como el sector salud, el sector energético, el sector agrícola y el sector de vivienda. Asimismo, la ciudadanía en general, como parte del sector ciudadano, se verá afectada por la disponibilidad de agua durante este período de sequía.

 

Desde el conocimiento del IDEAM, ¿de qué manera una ola de calor y altas temperaturas pueden afectar la salud pública e incluso poner en riesgo la vida de las personas?

En nuestros boletines, incluimos un cuadro de recomendaciones donde establecemos la relación entre la ola de calor y sus impactos en la salud. Es importante recordar que las afectaciones en la salud pueden variar según la vulnerabilidad de la población. Por ejemplo, los niños y los adultos mayores de 60 años son más susceptibles a los efectos de la ola de calor. Esto también depende de las condiciones nutricionales y los mecanismos disponibles para contrarrestar los efectos del calor, como tener acceso a agua fresca o la posibilidad de refrescarse. La exposición al aire libre durante todo el día también puede aumentar los riesgos. Es importante destacar que la caracterización poblacional y las medidas específicas para enfrentar estos efectos se encuentran en manos del Ministerio de Salud.

Además, es relevante mencionar que la calidad del aire puede verse afectada durante la sequía y los incendios, incluso cuando ocurren en la Amazonía. Recientemente, hemos experimentado incendios en la Amazonía en marzo, lo que generó alertas de calidad del aire en Bogotá debido a los vientos que transportan las partículas y contaminantes resultantes de la deforestación. La calidad del aire está relacionada con enfermedades cardio-pulmonares y las enfermedades respiratorias agudas en niños tienden a aumentar. Es importante tener en cuenta que cada región del país vivirá los efectos de manera diferencial, dependiendo de factores como el régimen de vientos, la topografía y el contexto local.

 

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