Desde la instalación de la mesa el pasado 16 de octubre ha habido varias tensiones. 

Mediante un comunicado, el grupo delincuencial residencial organizado anunció su posición: "Informamos que los diálogos adelantados en el marco de la política de Paz Total con justicia social y ambiental del Gobierno Petro como representantes del Estado y nuestra organización revolucionaria Farc-EP, en la mesa nacional del acuerdo de paz están en peligro de que se genere un rompimiento de manera definitiva”, se lee en uno de los apartes del documento.

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Asimismo, informaron que han estado dispuestos a cumplir los compromisos con el Gobierno: "Nuestra organización siempre ha prohijado por dar cumplimiento a todos y cada uno de los compromisos que hacemos con el Estado colombiano, en especial con el Gobierno del presidente Gustavo Petro (...) Sin embargo, los constantes incumplimientos a los acuerdos que las partes diseñamos, discutimos y aprobamos, sumado a la falta de seriedad de parte del Gobierno nacional en el cumplimiento de cada uno de los protocolos, de los compromisos firmados y adoptados al interior de la mesa nos alejan cada día más de la posibilidad de alcanzar nuestro propósito principal: la paz”.

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Al parecer, tras el secuestro del pelotón del Ejército y del viaje del comandante de las Fuerzas Militares, general Helder Giraldo para estar al frente de la situación de orden público, las disidencias dieron por suspendidas la mesa de negociación. 

 “Desde hoy (domingo 5 de noviembre) declaramos suspendida la mesa de diálogos y la agenda pactada entre el Gobierno y las FARC-EP, iniciaremos un proceso de consulta interna con nuestra comisión de diálogo. Invitamos al Gobierno a hacer lo mismo”.

Además aclararon que el cese al fuego bilateral se mantiene hasta el 15 de enero del 2024.