El Ministerio de Minas y Energía, encabezado por Irene Vélez, está estudiando la metodología de la composición de los precios de la gasolina, así lo aseguró la jefe de cartera desde Lisboa, Portugal.

Tal como se había anunciado, en al menos seis o siete meses se llegaría a nivelar el precio nacional con el internacional, pues el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ya venía adelantando que la meta es que el galón de gasolina corriente llegue a $16.000 para noviembre.

No obstante, el problema no termina allí, pues el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fpec) tasa un déficit de $28 billones para este año, según el Ministerio de Hacienda, pero el ministro dijo que es de $32 billones a día de hoy.

Entonces, ¿cuál podría ser la fórmula ideal? El Ministerio está evaluando tres variables: mecanismos de estabilización diferenciales, mayores controles a los combustibles distribuidos con beneficios tributarios en zona de frontera y revisiones regulatorias.

Sin embargo, una decisión que podría ser trascendental y que genera amores y odios es la posibilidad de que existan tres tipos de gasolina: la extra, la corriente y otra que puede estar enfocada en los grupos con mayores necesidades, según indicó la ministra Vélez.

Componentes del precio de la gasolina

Los combustibles tienen como base el petróleo que se refina y venderlos por debajo de su costo de oportunidad, al precio internacional, significaría que el país vendiera su crudo no con referencia a los precios de mercado que hoy están alrededor de los US$70 por barril, sino sobre un valor inferior.

Sergio Cabrales, docente de la Universidad de Los Andes y experto en el sector, resalta que establecer un precio de la gasolina por debajo del estándar internacional implica que “Ecopetrol subsidiará directamente a los consumidores de gasolina y diésel. Esto afectará negativamente las utilidades de la compañía, así como sus inversiones, generando pérdidas para los inversores minoritarios (11 %)”, punto que también fue resaltado por el exministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.

A Ecopetrol se le paga su combustible como si lo fuera a exportar a los mercados internacionales, “se toma un referente del Golfo de México y se le descuentan los fletes terrestres y marítimos para calcular el precio de exportación en la puerta de la refinería, lo que se denomina precio de paridad exportación”, explica Cabrales.

Por su parte, Julio César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy, confirma que los precios deben estar asociados a su costo de oportunidad. “La mejor alternativa que existe para realizar o comercializar los mismos” con base en los precios en el mercado internacional de referencia, el mercado de la Costa del Golfo (con este se transan la mayoría de los combustibles en la región).

“Esta sería la mejor alternativa para el productor colombiano o el de cualquier país de vender dichos productos si lo pudiera hacer libremente y no en un mercado regulado como el nuestro y con prioridad en el mercado interno”, explicó el experto.

Vera resalta que, importamos 37 % de la demanda del país y, según las proyecciones de la Upme, se espera que crezcan más por el comportamiento de la demanda.

“La propuesta de la ministra de tener precios por debajo de su costo de oportunidad sería un error y se seguiría con una política de subsidios que va en contra de las finanzas públicas, un uso eficiente y racional de dichos productos en materia de demanda y promueve algunos fenómenos de distorsiones o ilicitud en su utilización”, puntualiza Vera.

Seguirá subiendo 
 

El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, reveló que en ocho meses la gasolina llegará, aproximadamente, a los $16.000 en Colombia, con la finalidad de nivelarla al precio internacional.

En una entrevista radial, Bonilla habló también sobre las medidas del Gobierno Petro para reducir el impacto de la subida de los precios de la gasolina en el bolsillo de los colombianos.

Explicó que aún no se ha definido nada, refiriéndose a lo dicho recientemente por la ministra de Minas, Irene Vélez, quien mencionó nuevas posibles estrategias en los precios: extra, corriente y otra más.

Minhacienda dijo que, por ahora, el precio del diésel o Acpm “no se ha tocado”, pero que más adelante se analizará a fondo por ser uno de los combustibles “más importantes” en el sector, pues es el que se usa para el transporte de carga y pasajeros.

Vera propone una medida en la que el impuesto nacional a los combustibles se habilite según el precio internacional del crudo, “de tal forma que sirva para mitigar las alzas, sobre todo en momentos de precios altos”.

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