El clima después de la Cumbre

El efecto invernadero es un fenómeno natural que ha permitido el desarrollo de la vida en la Tierra como la conocemos. La concentración natural de gases en la atmósfera permite retener parte de la energía calórica que se recibe del sol,

manteniendo la temperatura sobre la superficie del planeta en un promedio de 13.5°C, con significativas variaciones de acuerdo principalmente con la latitud, la altura sobre el nivel del mar y las estaciones.

Sin el equilibrio natural que produce el manto atmosférico, la temperatura en la Tierra sería similar a la de la luna, unos 18°C bajo cero.


El efecto invernadero no es una amenaza a la vida en la Tierra. Pero la actividad humana tiende a aumentar la concentración de CO2 y otros gases en la atmósfera. Como consecuencia, atrapa una mayor cantidad de energía calórica solar, elevando la temperatura.


El calentamiento global ya ha producido un aumento en la temperatura promedio de cerca de 1°C, mientras las tendencias actuales apuntan hacia un aumento catastrófico entre 3°C y 5°C para finales del siglo 21. Una temperatura de 2 °C superior al promedio de la era pre-industrial no se ha registrado en la Tierra en los últimos 300.000 años.


El calentamiento global es consecuencia directa de un modelo de desarrollo basado en el consumo creciente de energía fósil: petróleo, gas y carbón mineral, fundamentalmente.


Sobre esta plataforma se desarrollaron y fortalecieron las economías de los países industrializados. Las economías emergentes y los demás países en desarrollo tratan de emular tales procesos en su lucha por mejorar sus niveles de vida y superar la pobreza.


El nivel del mar
El aumento en el nivel del mar es una de las consecuencias del calentamiento global. Se debe a varios factores, principalmente a la expansión térmica del volumen del agua por su mayor temperatura, al aumento en la cantidad de agua como consecuencia del derretimiento de las masas de hielo polares y de los glaciares alrededor del planeta, y a las alteraciones en la dinámica del agua dulce terrestre por la reducción del nivel freático y el drenaje de humedales. El derretimiento de las masas de hielo que se encuentran en el océano no aumenta el nivel del mar ya que el volumen se mantiene relativamente constante.

Sube el mar
El nivel del mar ha aumentado 24 cm desde 1875 y es cada vez más acelerado. En la última década la tasa de aumento (3 mm/año) fue aproximadamente el doble de la del último siglo. Este fenómeno ocurre en paralelo con la acidificación de los océanos y la alteración de los ciclos estacionales del agua. Los océanos absorben cerca del 85 por ciento del exceso de radiación solar atrapada por los gases del efecto invernadero, pero debido a que su masa es considerablemente mayor a la de la atmósfera, su calentamiento ocurre más lentamente (Nasa).

Según la Nasa, la Tierra en la actualidad pierde 500 mil millones de toneladas de hielo cada año.


Precipitaciones, huracanes y tormentas
Otro de los efectos del calentamiento global es el aumento en frecuencia e intensidad de precipitaciones, inundaciones, huracanes y tormentas. Una atmósfera más caliente contiene más vapor de agua, con su energía latente.

Las tormentas tropicales en el Atlántico Norte, han efectivamente, aumentado de un promedio de 10 por año en la década de los 50, a 15 durante el decenio 1998-2007, con una aceleración sin precedentes en los últimos 20 años.


Las evidencias científicas sobre el calentamiento del sistema climático son tan alarmantes como inequívocas. Según la Academia Nacional de la Ciencia de Estados Unidos, “el calentamiento global reciente no tiene precedentes ni en magnitud ni en velocidad”


Según la Nasa, la última década fue la más calurosa desde que se tienen registros. El período 2001-2011 incluye 10 de los once años más calientes desde 1880, a pesar de la significativa reducción de la irradiación solar durante este período.


Desbalance energético
Para el 2011, la temperatura promedio del planeta había aumentado cerca de un grado centígrado (0.84°C).

Pero la concentración actual de CO2 en la atmósfera, 392 partes por millón (ppm), corresponde a una variación en temperatura considerablemente mayor, aún tomando en consideración los efectos mitigantes de las emisiones de aerosoles o el aumento en nubosidad, fenómenos que contribuyen a reflejar luz solar. La explicación se encuentra en el desbalance energético en que se encuentra la Tierra en la actualidad.


El desbalance energético planetario es la diferencia entre la energía que se recibe del sol y la que se emite. Al emitirse menos energía de la que se recibe, el planeta acumula la diferencia en forma de calor. Investigaciones de la Nasa señalan que la retención actual de energía es de 0.58 vatios por metro cuadrado. El total (300 Tera-vatios) es equivalente a 20 veces el consumo anual de energía de toda la humanidad: en el 2010 fue de 15 Tera-vatios.


James Hansen, director del Instituto de Ciencias Espaciales de la Nasa hace el siguiente paralelismo: “El desbalance energético actual es equivalente a la energía contenida en 400 mil bombas atómicas, como la lanzada sobre Hiroshima, detonadas cada día, 365 días al año” (Hansen, Nasa-Giss 2012).


Negociaciones Internacionales
El calentamiento global no es un descubrimiento reciente, aunque ha tomado más de un siglo para que la inmensidad de su amenaza haya sido reconocida, conduciendo a un endeble acuerdo mundial para detenerlo. En 1824, en plena guerra de independencia en América Latina, el matemático y físico francés Joseph Fourier describía con sorprendente precisión el efecto invernadero, en un intento por explicar lo que mantiene en equilibrio dinámico la temperatura de la Tierra.

Tras años de negociaciones, en 1992 se firma el Acuerdo Marco sobre Cambios Climáticos de la Organización de Naciones Unidas. Hoy, 20 años después, es escaso el progreso para evitar cambios climáticos que pongan en peligro la seguridad planetaria. Sólo las emisiones de CO2 provenientes del consumo de combustibles fósiles aumentaron 57 por ciento desde que se firmó dicho acuerdo, mientras la concentración en la atmósfera aumentó de 354 ppm a 392 ppm en el mismo período. Las emisiones del total de gases del efecto invernadero alcanzaron un máximo histórico de 52 Giga-toneladas de CO2-equivalentes en el 2010.


El reto es la Gran Retirada
El reto al que se enfrenta la humanidad es dantesco. ¿Cómo se explica entonces la pasmosa inercia en las negociaciones internacionales para encarar tal amenaza? ¿A qué se debe la resistencia de los principales países industrializados para asumir medidas correctivas, en proporción tanto con sus respectivas responsabilidades como con sus capacidades tanto económicas como tecnológicas? ¿Por qué se ha creado un enfrentamiento tan evidente entre países industrializados y países en desarrollo en torno a este tema?

Credito
EL NUEVO DÍA

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