Elizabeth Osorio García, propietaria de una vivienda contigua a la edificación, en la casa 10, Cuarto sector, pide a la Constructora J.F. que responda por los daños que supuestamente causó a su vivienda, ya que desde siempre ha vivido con temor porque caen escombros, piedras y varillas, bloques de ladrillos, bolsas de basura, comida en el jardín y asegura que los obreros han orinado encima de su inmueble.

Del mismo modo, Osorio dice que está muy aburrida con esta situación, ya que las varillas que caen sobre su vivienda forman agujeros en el techo, ocasionando que el agua se filtre cuando llueve, lo que generó daños en los dos colchones que tenía en su habitación.

Desde entonces, la afectada exige que la Constructora “tiene que darme una solución definitiva lo antes posible, además porque también tengo que soportar el ruido que genera la obra”.

Señaló que los trabajadores de la obra colocaron soportes de madera en la casa de un vecino para que no le cayera escombros a la vivienda de éste, pero en la casa de Osorio no le instalaron nada. Por tal motivo, cree que los trabajadores se vinieron en su contra por las constantes quejas que ha hecho a través de los medios de comunicación.

No obstante, Osorio anotó que quiere que le solucionen el daño ocasionado a su vivienda, principalmente a los generados en el techo, los colchones, jardín y demás perjuicios que, según ella, llega a los “cinco millones de pesos”.

Por su parte, Fredy Torres, gerente de Proyectos y Construcciones de la Constructora J.F., aseguró que los trabajadores de la obra en ningún momento han tratado de ir en contra de los vecinos, al contrario, están cumpliendo con su trabajo de forma eficiente y ordenada, y si esto llegara a suceder, “se atenderá de forma inmediata”.

Del mismo modo, asegura que los obreros son personas que trabajan y viven de un salario, que no cree que ellos quieran hacer un daño a la comunidad y más cuando saben que los están vigilando por las cámaras de seguridad, “además las cámaras no solamente están para vigilar la obra sino también para velar por la seguridad del sector”.

“Nosotros tenemos un control sobre la obra, pues tenemos cámaras y no hemos visto que los trabajadores quieran afectar a las casas vecinas”, aseguró Torres.

En cuanto al supuesto daño de las viviendas, asegura que los vecinos tienen que tener los elementos probatorios para asegurar que se les ha causado algún perjuicio.

No obstante, asegura que siempre va a existir un factor de riesgo en la edificación, pero siempre han tomado las medidas de precaución, y afirma que “si existe la posibilidad de que caigan objetos, es porque están trabajando en altura”.

Con relación al dinero, manifiesta que no puede asumir algún costo sin evidencias, pues no sabe de dónde sale el presupuesto; y, además, porque no hay pruebas que demuestren los daños.

En lo que respecta al ruido, afirma que es muy normal que cuando se hace una obra de construcción esto se genere.

Del mismo modo, afirma que ante cualquier inquietud de la comunidad, las puertas de la oficina de Construcciones J.F. están abiertas para el público, siempre y cuando se tengan bases y evidencias ante cualquier acusación referente a la obra.