Calle de Fenalco se convirtió en un criadero de zancudos

FITO BÁEZ - EL NUEVO DÍA
Graves problemas en salud, seguridad e integridad física, denunciaron los vecinos de la calle 28 con Ambalá, dados los inconvenientes que tienen con esta calle desde hace más de dos meses

En el barrio Fenalco, hace más de dos meses, el Ibal terminó de intervenir la red de acueducto y alcantarillado que se encontraba en pésimas condiciones.

Con estas adecuaciones los vecinos creyeron que se solucionaría el deterioro que se presentaba en la vía, ya que desde hace algún tiempo, en la calle 28, cerca a la avenida Ambalá, venían apareciendo varios huecos.

Esta vía es alterna y ayudaba a descongestionar en horas pico los trancones en la Ambalá, pero desde que el Ibal encerró para intervenir ya ni vía alterna, ni secundaria, ni trocha, parece más un camino de herradura destinado solo al paso de semovientes.

 

Un atentado

Los vecinos molestos por esta situación, indicaron a esta redacción que en una reunión que hubo con funcionarios de la Secretaría de Infraestructura, estos se ‘lavaron las manos’ indicando que los culpables eran los del Ibal porque ejecutaron una obra que no estaba dentro del presupuesto.

María Martínez, una adulta mayor vecina de esta calle, indicó que en ocasiones le ha tocado ponerse en la tarea de evacuar el agua que allí se empoza, todo para que desaparezcan los malos olores.

“Si no van a arreglar, por qué no envían por lo menos una máquina para que resane todo eso, tenemos las casas invadidas de zancudos”, indicó Martínez.

“Esto es un atentado contra la salud, la seguridad y la integridad física de las personas”, aseguró Ximena Páez, otra de las vecinas.

Según ella, los automóviles grandes pasan y salpican el lodo nauseabundo a las fachadas; las casas y negocios están invadidos de mosquitos con el agravante que en apenas una cuadra viven más de 10 niños en edad escolar.

Los motociclistas con el afán que siempre parecen tener se suben a los andenes y, como lo comprobó esta redacción, no les importa los transeúntes en las aceras, simplemente pasan y las personas son las que se deben hacer a un lado para evitar el atropellamiento.

Los comerciantes de la zona están tan cansados con la situación que ya no saben qué decir.

Al cierre de esta edición aún no recibimos respuesta de la Secretaría de Infraestructura al respecto de esta situación.

Credito
FITO BÁEZ R.

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