Conformada veeduría para vigilar obras de la quebrada La Guadaleja

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Serán siete las personas que estarán encargadas de supervisar los trabajos en los próximos días en la quebrada La Guadaleja, en Ibagué.

Así quedó establecido luego de la reciente elección de cinco veedores que faltaban en el salón del barrio Uribe Uribe.

Los trabajos de saneamiento básico consistirán en la construcción de estructuras hidráulicas, colector de disipación de energía y estabilización de taludes en la zona y tendrá una inversión superior a los $5.000 millones que se ejecutarán luego de un convenio que se firmó entre Cortolima y el Ibal.

Yesid Fernando Torres, subdirector de desarrollo Ambiental de Cortolima, indicó esta obra será la primera de los proyectos de saneamiento básico que se hará con parte de los recursos de la sobretasa ambiental que se aprobaron por el Concejo de Ibagué en 2016.

Agregó que la obra también beneficiará a las comunidades de los barrios Mártires, Uribe Uribe, Alto de la Cruz y de la Universidad del Tolima, por eso los veedores son de los deferentes sectores que son zona de influencia del trabajo que se ejecutará.

“Sabemos que en años anteriores se había empezado a sanear la quebrada, pero quedó un tramo sin conectar y por eso hoy las agua residuales están pasando cerca a las viviendas lo que tiene a los habitantes perjudicados y en peligro”, explicó Torres.

Informó que se canalizarán las aguas con el fin que la comunidad ya no tenga que soportar los malos olores y presencia de roedores. Se espera que el 15 de enero se publique de nuevo las condiciones de los pliegos de la licitación pública y así inicien los trabajos.

“Confiamos que a finales de este año la comunidad ya tenga la obra, por lo que invitamos a todos los habitantes de la zona de influencia para que también vigile la obra, su ejecución y los materiales que se van a utilizar. No solo será la veeduría, también contaremos con unos profesionales de Cortolima que harán vigilancia”, puntualizó Torres.

 

Cifra

11 meses es el tiempo de ejecución de los trabajos en la quebrada, luego de un convenio entre Cortolima y el Ibal.

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