Para ello, la compañía activó un plan de contingencia en el área, luego de que se informara sobre el atentado ocurrido en horas de la noche del miércoles. Tras los sucesos, Ecopetrol notificó a los consejos municipales de Gestión del Riesgo y Desastres de la jurisdicción de Ricaurte y solicitó acompañamiento a la Fuerza Pública con el fin de poder realizar debidamente las acciones necesarias.
“Ecopetrol rechaza enfáticamente estas acciones ilícitas que ponen en riesgo la integridad y seguridad de las personas, afectan gravemente a las comunidades vecinas y al medio ambiente”, indicó la compañía por medio de un comunicado, en el cual aclaró que el oleoducto en cuestión no estaba en operación en el momento en que se dio el atentado.
La situación se presenta unas semanas después del escándalo en que se vio involucrada la empresa petrolera por el derrame del pozo Lizama 158, en el departamento de Santander, el cual dejó 21 familias reubicadas, 3157 árboles afectados y más de 2000 animales muertos.
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