Las preguntas del TLC

Este mes inicia el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos; estas son las preguntas más frecuentes de industriales, comerciantes y población en general, respondidas por el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Sergio Díaz-Granados. En tres entregas se dará mayor claridad sobre este acuerdo comercial.

¿Tienen previsto algún acto protocolario para la entrada en vigencia del TLC con Estados Unidos?
Sí, la Asociación Nacional de Industriales, Andi, está convocando a una ceremonia en el puerto de Cartagena, desde donde se hará el envío de un contenedor con mercancía hacia el país norteamericano.

Este será el primer contenedor de exportación bajo el TLC, y es un símbolo de lo que viene para el país: más exportaciones hacia nuestro principal socio comercial, más inversión y, por ende, más desarrollo industrial y más empleo, hacia donde apunta la política de internacionalización de la economía del Gobierno nacional.


¿Y qué llevará ese contenedor que se traduce en el primer negocio dentro del Acuerdo?
Fuentes de la Andi indican que irá cargado con textiles y confecciones. Igualmente, Asocolflores estará enviando, el mismo día, el primer contenedor de flores sin aranceles beneficiadas con el TLC.

A propósito, ¿qué sectores serán los primeros beneficiados con el Acuerdo?
Son muchos, pues el acuerdo abarca casi todo el comercio, servicios e inversión, por lo que los beneficiarios serán los sectores cuyos empresarios actúen de forma proactiva a aprovechar las oportunidades. El turismo de negocios es uno de ellos, pues con los primeros intercambios e inversiones, aumentará el movimiento de empresarios de uno y otro país. Ese aumento de viajeros de Estados Unidos se dará teniendo en cuenta que en la nueva fase de relacionamiento habrá un incremento en el número de empresarios e inversionistas que vendrán en busca de los negocios que propiciará el TLC.

A esto se suma que a partir del 1 de enero de 2013 tendremos cielos abiertos con los Estados Unidos, pudiendo las aerolíneas de cada país volar de forma ilimitada en carga o pasajeros a cualquier ciudad de ambos países.

Las oportunidades que brinda el acuerdo ayudarán a que Colombia siga construyéndose como un destino de talla mundial.

 ¿Es el TLC una fórmula para el crecimiento?
Sí. Este Tratado será una fórmula para el crecimiento y así lo reflejan los países que han firmado acuerdos con la principal economía del mundo, e igualmente constituye una política que complementa otras del Plan de Desar­rollo; es una contribución al crecimiento a través de la eliminación de trabas e incertidumbres.

Además, gracias a este acuerdo, Colombia puede ser el trampolín para que aquí se establezcan empresas de la región, de Europa, de Asia y de otras partes, que, por la vía de las bondades del TLC colombiano, pueden aumentar sus ventas hacia la principal economía del mundo.  


En días recientes hubo mucho revuelo por la Ley para implementar el TLC. ¿Es cierto que se trataba de una Ley Lleras “recargada”?
En absoluto. Este fue un mensaje equivocado porque esta Ley no tiene ni una coma de lo que en su momento se llamó la ‘Ley Lleras’ y que, como es conocido por la opinión pública, no fue aprobada por el Congreso.

Entonces, ¿por qué dicen que se vulneran los derechos de los internautas?
Esto tampoco es cierto, ya lleva un mes de sancionada y no ha alterado en nada la vida de los internautas. Todas las disposiciones que recoge la Ley ya estaban preaprobadas por el Congreso colombiano en 2007 y, además, gran parte está en decisiones de la Comunidad Andina. Lo que se aprobó no hacía aún parte, formalmente, de nuestro ordenamiento jurídico.

Si no tiene nada nuevo, entonces ¿por qué el mensaje de urgencia del Gobierno al Congreso para que la aprobara?
Porque el Tratado de Libre Comercio que se firmó con Estados Unidos establece unos compromisos que, se requería, debían convertirse en Leyes de la República para que el Acuerdo pudiera entrar en vigor. De tal manera, esta nueva Ley se ajusta a normas ya establecidas y aprobadas por el Congreso con anterioridad, y me refiero, por ejemplo, a la actualización de la legislación contenida en la Ley 23 de 1982, la Ley 44 de 193, e incluso decisiones andinas que consagran los derechos al acceso a la información y a la libre expresión.

Creo que el país tiene que empezar a pedir más rigor en los debates y evitar tragar entero cuando quienes, con un claro interés politiquero, tratan de hacer ver escenarios de fatalidad en cualquier proyecto.


Si soy un estudiante y necesito descargar información de Internet para una tarea, ¿lo puedo seguir haciendo sin problema?
Por supuesto. La legislación colombiana estableció desde hace muchos años las excepciones para que estudiantes, profesores, investigadores, etc., que utilicen la información de buena fe y sin ánimos de lucro, la puedan utilizar sin ningún problema. Repito, esta Ley no cambia la vida a ese estudiante o internauta porque no se están incorporando sanciones, limitaciones o restricciones nuevas, ni al flujo de conocimiento. Si lo hace para lucrarse, sí.

Si voy a un concierto de mi artista favorito, ¿puedo grabarlo con mi cámara?
Si le permiten entrar la cámara al evento y hacer uso de ella, lo puede hacer. Lo que prohíbe la Ley es que haga una retransmisión de ese concierto, a menos que pague los respectivos derechos de autor. Y eso ya está prohibido desde mediados de los 90.

El hecho es que el TLC ya es una realidad. ¿El sector productivo ha hecho la tarea para asumir este reto?
Entre otras acciones, los empresarios han analizado qué insumos e importaciones se les vuelven más baratos como consecuencia de la reducción de aranceles. También han identificado oportunidades importantes frente a muchos competidores como Brasil, Argentina o China, donde se pagan aranceles superiores a cinco por ciento, y esto les abre la expectativa de capturar algunos mercados nuevos en Estados Unidos. El Estado Colombiano, Gobierno, Congreso y Corte Constitucional ya hicieron su parte en la puesta en vigencia del Tratado; ahora el turno es de los empresarios para aprovecharlo al máximo.

Ahora que el Tratado es un hecho, ¿qué queda pendiente?
Aunque ya culminó todo el proceso y las aduanas están listas para asumir el cambio, quedan pendientes unas tareas posteriores relacionadas con algunas reformas que nos permitirán aprovechar el Tratado al máximo, sobre todo en lo que respecta al acceso sanitario de productos como la carne.

Pero prevalecen temores de algunos sectores…
Si se refiere a las inquietudes de los empresarios de los sectores de arroz y pollo, hemos reiterado que los periodos de desgravación van de 10 a 19 años, tiempo razonable para que se preparen.

¿Habrá apoyo del Gobierno para estas actividades sensibles?
Sí. El Gobierno, a través del Ministerio­ de Agricultura, anunció un billón de pesos para apoyar la transformación tecnológica de sectores como leche, carne, arroz y avicultura, que son los que más se sienten amenazados con la competencia que pueda llegar.

¿Qué sectores tienen potencial de crecimiento ahora con la entrada en vigor del Acuerdo?
Estudios señalan que un TLC entre Colombia y EE.UU. dará oportunidad de crecimiento y exportación a sectores como pesca, petróleo y gas, azúcar, textiles y prendas de vestir, cueros, calzado, industrias de porcelana y joyería, entre otros, incluso los servicios profesionales. No podemos olvidar que Estados Unidos es el país que más bienes compra al mundo.
Así mismo, la experiencia de otros países de América Latina muestra que sectores que antes del proceso de integración no registraban comercio generaron una dinámica exportadora que no había sido anticipada.

Pero, ¿cuáles son las oportunidades inmediatas para llegar a ese mercado?
Depende de la estructura productiva de cada región de Colombia, pero podría mencionar, por ejemplo, líneas de confecciones para el hogar que no cobijaba el Atpdea, como cortinería, toal­las, mantelería; igual en calzado y marroquinería, lo mismo que productos metalmecánicos como ventanería y herramientas. También hay posibilidades en cosméticos, muebles, productos agroindustriales, químicos y plásticos y servicios.

¿Podría esperarse un dinamismo inmediato de los negocios?
Eso dependerá en gran medida de qué tan rápido se muevan los empresarios. Por eso, buena parte de nuestro ejercicio como Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, y del de Proexport, es focalizar la atención del empresariado para que aprovechemos pronto las posibilidades que se abran.

Volvamos al agro, pues los agricultores se sienten los grandes perdedores. ¿Hay razones para pensar así?
Por el contrario. El agro tiene sectores que serán ganadores, toda vez que se negoció mecanismos para garantizar el acceso real, al igual que instrumentos de protección para los productos sensibles. En tal sentido, tendrán oportunidad frutas, hortalizas, lácteos, productos cárnicos y tabaco.

En igualdad de condiciones que los anteriores productos, ingresarán flores, azúcar y sus derivados, etanol, aceite de palma y sus derivados, preparaciones alimenticias, pastas y galletería, cacao y chocolate, panela, hierbas aromáticas, café y algodón.


¿El banano quedó en la negociación?
Se trata de un producto sin gravámenes, por lo que los insumos que se importan ingresan de forma preferencial.

¿Qué mecanismos de protección se estableció para los productos sensibles del agro?
Mecanismos como salvaguardias automáticas, aranceles base altos, amplios plazos de desgravación, contingentes arancelarios y plazos de gracia.

Flores era uno de los beneficiados con el Atpdea. ¿Cómo queda este sector con el TLC?
Mucho mejor. Ahora, las ventajas arancelarias serán por tiempo indefinido, lo que, a la vez, garantiza la llegada de nueva inversión extranjera al sector, y la posibilidad de contratos a largo plazo.

¿Cómo garantizar a los exportadores de frutas y hortalizas que dinamizarán sus ventas?
Por la experiencia de otros países de la región, como Chile y México, que han potenciado la oferta agrícola gracias a estos dos rubros. Además, tenemos una estrategia para convertir a Colombia en un jugador mundial en este sector. Ya hemos incluido a hortalizas y frutas en nuestro Programa de Transformación Productiva como sector de clase mundial.

El mercado estadounidense ha sido importante para exportar combustibles y aceites. Con el TLC, ¿cuáles son las nuevas ganancias en ello?
Para Colombia es importante consolidar las preferencias incluidas en el Atpdea, en el tema de etanol, y abrir acceso para los combustibles generados a partir de la palma. El Acuerdo consolida el mercado para las exportaciones de fuel-oil; así mismo, se negoció una norma de origen flexible que garantiza incluir materia prima de países no miembros del Tratado.
 
¿De qué forma se protegió la venta de café en temas puntuales como el de origen?
En efecto, en este caso también se despejó el tema de origen, pues se restringe las concesiones al café tostado que se obtiene en la región, con lo que se busca promover la venta del grano colombiano. De esta forma, sólo se permite la importación de 150 toneladas de café no originario.
Colombia pudo negociar una reserva­ que garantiza la permanencia de la contribución cafetera.  

El sector tabacalero es un gran generador de empleo rural. ¿Qué mensaje enviaría a los productores?
Este producto demostró grandes oportunidades en el mercado de EE.UU. gracias a las preferencias arancelarias del Atpdea, y el TLC logró no sólo consolidar este acceso que era temporal, sino también ampliar, de forma sustancial, el acceso. Se logró una cuota preferencial sin aranceles para cuatro mil toneladas de tabaco y una desgravación a 15 años.

En origen, ¿qué se acordó para este producto de alta demanda?
En cigarrillos se consolidó las preferencias del Atpdea y se logró una norma de origen que durante los primeros años permitirá mezclar materias primas de terceros países, mientras la oferta nacional alcanza el nivel requerido.

¿Es cierto que los arroceros van a desaparecer del mercado?
Pensando justamente en todo lo contrario, el arroz es el producto que mayor protección y plazo de desgravación obtuvo en la negociación, para permitirle una adaptación progresiva frente a una mayor competencia. El Equipo Negociador lo defendió como el de mayor sensibilidad para el país.
Se logró una protección de 19 años, con seis años de gracia durante los cuales el arancel se sostendrá en su nivel inicial.

¿De cuánto quedó el arancel base y por cuántos años se aplicará?
El arancel base quedó en 80 por ciento. Este mismo arancel se seguirá aplicando durante los primeros seis años de entrada en vigencia del acuerdo y sólo después se desgravará linealmente. La combinación de estos instrumentos implica un umbral de protección efectiva de casi 15 años. Adicionalmente, se acordó una salvaguardia especial agropecuaria de cantidad, aplicable durante todo el período de desgravación.

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