¿Se está desindustrializando el país?

Varios sectores han coincidido en el mismo punto; Colombia se estaría desindustrializando para dar paso a otro tipo de economía, como la de servicios.

Un reciente informe de Anif indica precisamente que la industria en el país no significa lo mismo que antes. “La relación Valor Agregado Industrial/PIB ha venido descendiendo de niveles del 24 por ciento hace tres décadas a uno del 15 por ciento hace una década y actualmente se perfila hacia tan solo un nueve por ciento a 12 por ciento en dicha relación en el período 2012-2020; la participación de la industria en el empleo también ha caído desde 25 por ciento al 13 por ciento.

Para esa organización, en parte, la desindustrialización es atribuida a la bonanza minero-energética que Colombia ha vivido durante el periodo 2003-2012, “lo que explica que la participación del sector minero-energético dentro del PIB se haya incrementado del tres por ciento a cerca del ocho por ciento durante la última década, teniendo como contrapartida el descenso en la participación agroindustrial antes señalada”.

Incluso los industriales han visto con preocupación este hecho. Según las cifras reportadas por el Dane el crecimiento de la industria en los ocho primeros meses del año fue de 0.7 por ciento, es decir, que el 56 por ciento de las ramas industriales presentaron una caída promedio en sus niveles productivos.

De acuerdo con la Coalición para la Promoción de la Industria Colombiana estos porcentajes son preocupantes “pues ya con el completo de datos de las dos terceras partes del año, se evidencia que más de la mitad de las ramas productivas, es decir 16, continúan cayendo, incluso por dos trimestres consecutivamente, lo que nos lleva a seguir hablando de una ‘recesión industrial”.

Para Marta Lucía Ramírez, vocera de la Coalición, “los malos resultados en la industria no sólo impactan al sector manufacturero sino que además repercuten negativamente en los diferentes eslabones del andamiaje empresarial del país, ya que generan la pérdida de empleos y con ello la disminución de la demanda de bienes y servicios.

“El país tiene un negativo comportamiento de la industria y este fenómeno no es suave ni coyuntural, sino un comportamiento estructural en el que el deterioro continuo de ramas productivas en las que no se ha recibido apoyo estatal, está apagando lenta pero continuamente a las manufacturas colombianas”.

Para Ramón Javier Mesa, decano de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia, la situación podría ser una señal de que el país está siendo contagiado de la denominada Enfermedad Holandesa. “El mayor protagonismo de los sectores minero-energético, financiero y servicios, y la pérdida de participación de la industria y la agricultura en el PIB nacional en los últimos ocho años, en medio del fuerte proceso de revaluación del peso que se observa en el país, son una muestra de que la economía colombiana viene padeciendo desde hace rato el síndrome de la enfermedad holandesa”.

Hernán Avendaño, asesor del Mincomercio, difiere de la opinión de los analistas. “En el presente siglo la industria colombiana ha tenido un comportamiento diferente al de las décadas anteriores y no es evidente que esté sufriendo un proceso de desindustrialización”.

Credito
EL NUEVO DÍA

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