¿Se desacelera la economía?

Algunos analistas han lanzado la alerta; pese a los buenos resultados de la economía del país en tiempos de crisis internacional, Colombia ha comenzado a mostrar signos de desaceleración, especialmente en el campo de la industria y el empleo.

Precisamente se conoció recientemente que el sector manufacturas están en franca caída y el número de desocupados creció.

Para el catedrático Eduardo Sarmiento los síntomas están claros y no sólo tienen que ver con la contracción de la economía en el mundo. “La causa de la caída de la economía no ha sido solo el contagio externo, sino la ruptura de la burbuja, que obedece a muchos otros efectos. A la crisis mundial se le agregaron el TLC, el agravamiento de la revaluación y la baja de los aranceles para provocar una ampliación del déficit en cuenta corriente. Al mismo tiempo, el desmedro de las carteras bancarias y las expectativas internas y externas de menor actividad productiva precipitaron a las instituciones financieras a recortar el crédito. Ambos factores confluyeron en una contracción de demanda efectiva que desinfló la burbuja y se llevó por delante la actividad productiva y el empleo”

“El primer golpe recayó en la industria, que registró durante cuatro meses índices negativos con visos de empeorar. El deterioro del sector evoluciona más rápidamente que en la mayoría de los países de la región, se traslada al comercio, la construcción y los servicios, y lo sigue de cerca el empleo.


El empleo, que venía creciendo en 2011 a un ritmo de más de cinco por ciento, descendió a 4.5 por ciento en el primer trimestre, a 3.5 por ciento en el segundo y en septiembre esta cerca de uno por ciento. Así, en los últimos meses la fuerza de trabajo dejó de avanzar por encima de la población y el desempleo entró en un estado de aumento persistente. Solo  en el mes de septiembre se perdieron 600 mil puestos de trabajo”.


Para Sergio Clavijo, de Anif, es evidente un deterioro de la economía nacional. “Las noticias más recientes denotan una agudización de la desaceleración económica. Por ejemplo, la producción industrial tan sólo crece 0.7 por ciento anual en el acumulado a agosto, mientras el comercio lo hacía a ritmos del 3.1 por ciento anual”, dijo el experto.


Pero, en su opinión, tal vez la mayor fuente de preocupación tiene que ver con el incremento en la tasa de desempleo al corte de septiembre de 2012, ahora elevándose al 9.9 por ciento frente al 9.7 por ciento de un año atrás, alzas que no ocurrían desde hace 20 meses. “Claramente se trata de un estancamiento en la generación de empleo, pues la tasa de participación laboral se mantuvo estable en 64 por ciento en septiembre, nivel alto, pero igual al de un año atrás. Probablemente el desempleo estará promediando un 10.5 por ciento durante el 2012, cifra preocupante por la tensión socio-económica que genera”.


El profesor de la Universidad Nacional, Álvaro Moreno Rivas, también afirma que podríamos no estar tan bien como “lo pregonan los ministros de este Gobierno. El problema no es si la economía crece a tasas de cuatro o cinco puntos porcentuales, sino si tales ritmos pueden mantenerse en el mediano y largo plazo”.


En su opinión, el patrón colombiano se parece más claramente al de Grecia y de España que al de Alemania y Francia: la economía efectivamente ha crecido a tasas importantes durante los últimos 10 años, pero ello ha estado acompañado con un déficit persistente de la cuenta corriente o balance externo: pasamos de un superávit de 0.8 por ciento del PIB en 2000 a un déficit de tres por ciento en 2011.

El desenlace de la crisis colombiana dependerá de la política fiscal: si como consecuencia de los nuevos tratados de comercio exterior y de la fuerte contracción de la demanda externa –debido a la eventual recesión— se agrava el déficit en cuenta corriente, la economía colombiana transitará por una senda peligrosa que podría bifurcarse hacia una deflación de deudas privadas o una crisis de balanza de pagos y deuda externa soberana. Todo depende de las trayectorias del balance del sector público y del funcionamiento de la regla.

Moderación es lo correcto
Sin embargo, otros sectores aseguran que aunque los indicadores han decaído, no se puede hablar de desaceleración sino de moderación de la economía.

Entre ellos está el Banco de la República, quien precisamente el viernes decidió dejar inalteradas las tasas en 4.75 por ciento basándose en que aunque hay un poco de caída en algunos temas, hay otros que sostienen al país.


Según el Emisor, los indicadores de actividad económica en el tercer trimestre de 2012 confirman la debilidad de la economía mundial.

“Europa continúa contrayéndose y los EE.UU crecen a un ritmo moderado. La desaceleración observada en algunas de las economías emergentes de mayor tamaño parece estar estabilizándose. En este contexto, y sin presiones inflacionarias, es de esperar que la tasa de interés externa se mantenga baja por un período prolongado. Asimismo, a pesar del menor crecimiento mundial, el precio internacional del petróleo y otros productos básicos permanecen altos”.

En Colombia, agregaron, al igual que en otros países, la debilidad de la economía mundial se ha visto reflejada en el menor crecimiento de las exportaciones y de la producción industrial. Los términos de intercambio continúan altos y estimulan el ingreso nacional. “Pese a las señales de desaceleración, la expansión en los trimestres siguientes continuará impulsada por la demanda interna. Un sistema financiero saludable, la confianza de los hogares y un mercado laboral dinámico seguirán apoyando el crecimiento del consumo. Por su parte, los precios de los bienes básicos y la inversión extranjera directa contribuirán al dinamismo de la inversión”, explicaron.   

Credito
Redacción el nuevo día Bogotá

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