En una encuesta adelantada por Fenalco a los comerciantes durante los meses de septiembre y octubre, ellos manifestaron su preocupación por una disminución en las ventas, motivada porque los colombianos han frenado el consumo de sus bienes básicos.

Según la entidad, que agremia al sector comercio del país, “los comerciantes exteriorizaron su preocupación por el pobre desempeño de sus ventas en el mes de octubre y muchos de ellos argumentan que el consumo de bienes básicos por parte de los hogares colombianos se encuentra frenado. En cambio, las ventas de bienes durables y semidurables como la ropa continúan experimentando un aceptable crecimiento”, anota el informe de la entidad.

La firma Raddar, especialista en tema de consumo, también está de acuerdo con que los colombianos están pensándolo dos veces antes de comprar. Para los analistas de esta empresa son varias las causas que han originado que se frene el gasto de los hogares en Colombia.

“El efecto base es la tasa de crecimiento, inferior a la del año anterior; la sensación de crisis internacional con el riesgo latente de que puede golpear al mercado nacional, también ha influenciado en la contención de las compras; el cambio de tasas de interés por parte del Banco de la República con el fin de reducir el crédito de consumo y los cambios institucionales del mercado, como la entrada en vigencia de nuevos TLC, son los otros dos factores que frenan a los hogares”, dice el estudio.

Además, asegura el informe, los colombianos escuchan que el crédito es más barato ahora, pero no lo ven reflejado en sus tasas, entonces son más reservados al momento de comprar.

Por su parte, los analistas de Serfinco también coinciden con esta situación y advierten una disminución en las ventas minoristas en el país, sin embargo, aseguran, no hay motivo de preocupación. “El ritmo de desaceleración de las ventas al por menor fue moderado y esperamos que en los próximos meses continúe evidenciando este comportamiento. No obstante, creemos que, en línea con el comportamiento del consumo del segundo trimestre, las ventas minoristas mantengan las variaciones positivas en lo que resta del año”.

Contagio
Sin embargo, la mayor preocupación por estas evidencias de desaceleración en el consumo de los hogares, son las consecuencias sobre la industria, el comercio, y por ende, el empleo.

Para Fenalco, efectivamente “si el consumo estornuda, la industria se resfría”.

“En los últimos meses, la industria y el comercio presentan signos de desaceleración debido a la disminución en el gasto de los hogares colombianos y también en parte por el flojo comportamiento de las exportaciones no tradicionales en 2012. Existe una estrecha relación de estos dos grandes sectores de la economía y su desempeño marcha en forma paralela. La suerte de la industria depende de cómo le vaya al comercio y viceversa”, anotaron los analistas de ese gremio.

Para Bancolombia, la reducción en el gasto tiene consecuencias sobre el crédito. “La moderación en el ritmo de crecimiento del consumo de los hogares (en términos anuales) se asocia en buena medida a la moderación del endeudamiento de las familias. Desde inicios de 2010 comenzó una fase de crecimiento tanto en la deuda como en el consumo de los hogares; dicha fase se prolongó hasta finales de 2011, y como un proceso natural y sano para cualquier economía, desde el final del año pasado la deuda de los hogares se modera y experimenta tasas de crecimiento menores, en línea también con un menor consumo de las familias.