Proyectos como la construcción de un hotel, publicar un libro, hacer un concierto, abrir un restaurante o terminar una carrera profesional pueden ser financiados a través de un reciente modelo de negocios llamado ‘crowdfunding’.

Esta sistema podría definirse como una modalidad de cooperación colectiva llevada a cabo por personas que estructuran una red para conseguir dinero u otros recursos a través de internet.

Pablo Londoño, socio de CTPartners, asegura que, en sus orígenes, esta tendencia tomó como base el modelo de donaciones y lo maduró, apalancándose en las redes, para fondear un proyecto productivo, un emprendimiento social, una idea, en fin, prácticamente cualquier iniciativa.

Si bien en su nacimiento este modelo estuvo ligado a las artes en general, ha ido migrando no solo de plataforma, sino también de alcance, hacia emprendimientos productivos, dándoles a los “mecenas” algunas ventajas comparativas en precio, producto, acciones o ‘royalties’, agregó Londoño.

“La democratización de financiación temprana llegó para quedarse y muestra ser una ruta alterna lógica que dará de qué hablar en los próximos años y pondrá a pensar a más de un banquero”, precisó.

Cómo funciona

La financiación colectiva es un sistema de cooperación muy sencillo, que permite a cualquier creador de proyectos (sea profesional o no) reunir una suma de dinero considerable entre muchas personas, para apoyar determinada iniciativa. A cambio de su participación en el proyecto, los cofinanciadores, como se suelen llamar las personas que lo apoyan, reciben recompensas no monetarias, que pueden ser desde agradecimientos personalizados en la web del creador, pasando por la precompra de productos o servicios a un precio inferior antes de lanzarlos al mercado, e incluso la posibilidad de optar a puestos de trabajo.

Para comenzar, se publica un proyecto en la plataforma, indicando la cantidad de dinero que se necesita para poner en marcha la iniciativa. Junto con la idea, se presenta el plan de recompensas que se quiere ofrecer a cada persona que aporte dinero, según la cantidad con que decida contribuir.

El creador del proyecto tiene un plazo limitado para recaudar la financiación, en el que, junto con la plataforma, difunden la idea en todos los medios posibles.

Si se llega al 100% de lo solicitado, se cobra el dinero al que se han comprometido los cofinanciadores y se hace la transferencia, para que el creador pueda implementar la idea. Después de ponerla en marcha, el creador entrega las recompensas a sus cofinanciadores.

Si el proyecto no recibe el 100% de la financiación solicitada, el dinero recaudado no se les cobra a los aportantes, ni se hace ninguna transferencia.

Todo esto, si el creador ha apostado por el modelo “Todo o nada”, pues hay otro modelo, llamado “Todo cuenta”, donde el creador de la iniciativa recibe la suma que ha logrado recaudar en el tiempo limitado.

Estrategias ‘online’ y ‘offline’

Según los expertos, en una campaña de ‘crowdfunding’, que se lleva a cabo a través de una plataforma en la web, son muy importantes las estrategias de comunicación en las redes sociales (estrategias ‘online’). De acuerdo a las características de cada proyecto, deben escogerse las que permitan tener una comunicación más efectiva con el público objetivo. Es recomendable generar un plan de publicaciones para cada red social, para distribuir los contenidos a lo largo de la campaña.

Estos contenidos son entendidos como piezas gráficas o audiovisuales que permiten generar una comunidad alrededor del proyecto.

También es importante generar actividades en espacios físicos (estrategias ‘offline’). Estas actividades pueden llevarse a cabo en espacios públicos y deben permitir que muchas más personas conozcan el proyecto y, posteriormente, se vinculen aportando a la campaña en la plataforma.

“Es cuestión de ponerse creativo. Una buena estrategia ‘online’ puede ser compartir videocápsulas de un minuto, y una buena estrategia ‘offline’ puede ser un conversatorio sobre el estado actual de la campaña. Eso sí, todo depende de cada proyecto”, aseguran los creadores de ‘crowdfunding’ a la Colombiana, una iniciativa que pretende que esta forma de financiamiento sea más conocida en el país.

Algunas plataformas que funcionan en Colombia

1 Filmántropo: Busca estimular la creación y consumo de material fílmico y audiovisual. Con el lema “filantropía fílmica”, pretende vincular a las personas y empresas con las producciones y sus procesos de creación.

2 IdBooster: Es una plataforma con oficina principal en Medellín. Ofrece formas de financiación a través de ‘crowdfunding’, inversionistas y conexión con el sistema financiero.

3 Fundación Help: Está enfocada en estudiantes que requieren de recursos económicos para terminar sus carreras.

4 Súmame: Nació en 2014 y recibe todo tipo de proyectos. La comisión y los costos del procesamiento de pagos son del 15% del total recaudado.

5 Little Big Money: Esta es una plataforma para financiar microempresas con impacto social o ambiental. Si el proyecto tiene éxito, el 13% se destina a cubrir gastos de transacción y de funcionamiento de la plataforma. De lo contrario, el dinero se abona de nuevo a los colaboradores, en forma de un crédito virtual que puede ser invertido en otro proyecto.