Tal parece que el tiempo y la falta de mayoría absoluta para sacar adelante la iniciativa sobre uno de los temas más polémicos de la agenda legislativa se quedó en el aire. 

Son dos las razones prácticas, más allá del debate sobre si el país está o no en la línea de garantizar los mismos derechos de las parejas heterosexuales a las homosexuales: el tiempo y los debates. 

Por el lado del tiempo, al Congreso le quedan escasas 10 semanas, como indicó el presidente de la Cámara de Representantes Augusto Posada, para dar trámite a todos los proyectos en la agenda legislativa. 

Y aclaró que la prioridad es para aquellas iniciativas que la Mesa de Unidad Nacional discutió con el Gobierno. Es decir, reformas a la salud, a las pensiones, al código penitenciario, entre otras. 

Para el profesor de Sociología de la Universidad Nacional, Fabián Sanabria, el tiempo, de ningún modo es una razón para que el proyecto no se estudie, pues tuvieron "un plazo, que fue amplio, pero cuando se ve el comportamiento de cómo se dan los debates en el Congreso, se nota cómo es la política colombiana". 

Además de cuestiones de tiempo, la iniciativa pretende legislar sobre derechos fundamentales, por lo que se debe tramitar como ley estatutaria. Es decir, si bien tiene que cumplir con los cuatro debates normales, para su aprobación requiere mayoría absoluta, es decir, la mitad más uno de los miembros de cada cámara. Y, además, revisión previa de la Corte Constitucional. 

El punto del número de votos para su aprobación es lo que más preocupa al autor del proyecto, el senador del Partido de la U, Armando Benedetti, pues el trámite se vuelve más un "problema de asistencia que de número de votos". 

Contrario a la mirada del trámite legislativo, para el senador del Partido Conservador José Darío Salazar, el problema es de la iniciativa misma que propone Benedetti, pues "el proyecto de ley va más allá de lo que indicó la Corte Constitucional. Ya que el tribunal ve este tipo de unión como contractual, no matrimonio, mientras los autores del proyecto lo quieren equiparar al matrimonio heterosexual, de modo que están más confundidos que la propia Corte". 

Fecha final: 20 de junio

La Corte Constitucional en su sentencia C-577 de 2011, exhortaba al Congreso para que antes del 20 de junio de 2013, reglamentara la materia de "manera sistemática", de lo contrario las parejas homosexuales "podrán acudir ante notario o juez competente a formalizar y solemnizar un vínculo contractual que les permita constituir una familia, de acuerdo con los alcances que, para entonces, jurídicamente puedan ser atribuidos a ese tipo de unión". 

Si se llega ese día de junio, que coincide con el final de la tercera legislatura del Congreso, la pregunta es cómo actuarán los notarios y jueces, pues no media ninguna reglamentación al respecto. 

Para el abogado constitucionalista Juan Manuel Charry, "lo que ocurriría es que las personas pueden acudir ante un notario para solemnizar un acuerdo de voluntades y nada podría impedirlo, pues el notario, para decirlo en términos coloquiales es un testigo calificado. Los notarios no podrían oponerse y las dos personas podrían ir ante el funcionario y decir que quieren dejar constancia de que viven juntos. Y eso, perfectamente, se puede hacer".