Pese a manifestaciones, llamados de ambientalistas y situaciones trágicas con las que ha quedado expuesto el estado del parque Centenario, el único pulmón verde que tiene el centro de Ibagué, su aspecto sigue en un estado lamentable, aunque desde el 2021 se viene hablando de una intervención con la mencionada ‘Operación Centenario’, el espacio no es digno de admirar y solo es el reflejo del abandono y hasta ahora promesas de las Administraciones de turno. 

El abandono del Centenario

En agosto del 2021, en medio de la realización del Ibagué Festival, la inundación de la concha acústica Garzón Y Collazos, puso sobre la mesa una vez más la penosa situación que existe en el parque Centenario. Tras lo ocurrido, en noviembre de ese año, el alcalde Andrés Hurtado anunció su intención de hacer una inversión de $30 mil millones, en donde también harían aportes Cortolima y la Gobernación.

Los recursos para el ambicioso proyecto se aprobaron a través de un empréstito; sin embargo, la tragedia del 2022 y la exposición en el Concejo municipal en donde se develó que el espacio se catalogaba como un bosque urbano y hacía parte de la estructura ecológica de la ciudad según el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) frenaron las intenciones de un proyecto que inicialmente hablaba de la construcción de zonas comerciales, una nueva sede de la Efac e incluso la instalación de escaleras eléctricas.

Ahora la obra contempla una reparación de la concha acústica, y obras de adecuación y mejoramiento del urbanismo y paisajismo del espacio. 

Barandas dobladas y agua contaminada se ve en el parque Centenario.

Hace unos días el alcalde Andrés Hurtado indicó, “estamos afinando los últimos detalles del estudio y diseño y esperamos sacar ese proceso adelante”; sin embargo no se ha precisado en qué fecha se hará el trámite contractual, del que tampoco se sabe qué tiempo de intervención requiere. 

Lo que sí dijo el alcalde es que el proceso de ejecución es corto, “son proyectos muy rápidos de dos, tres meses de ejecución que no van a tardar mucho, la intervención no es tan amplia, pero sí van a quedar completamente construidos, nuevos, modernos”, puntualizó el burgomaestre. 

Sin embargo, en medio de los anuncios, la realidad actual del parque Centenario es triste, situación en la que están en deuda varias administraciones. 

En un recorrido hecho por EL NUEVO DÍA se evidenció que en varios puntos la maleza reina, hay heces fecales, basuras y una constante presencia de habitantes de calle.

A esto se suma lo ya denunciado en varias ediciones de este impreso; rejillas y puertas oxidadas. Además de agua contaminada en la quebrada que atraviesa el parque, en plena emergencia epidemiológica por dengue y daños en el techo y piso de la concha acústica. Un escenario sin atractivo alguno en pleno centro de una ciudad capital. 

Una tragedia

Hace un año cerca de las 3:30 de la tarde, la tragedia llegó a una familia ibaguereña, luego de que un árbol que estaba siendo intervenido en sus fustes sobre la calle 10, cayera al interior del parque Centenario justo en el momento en que ellos hacían un recorrido.

Aunque el impacto lo recibieron Andrés Felipe Góngora, su esposa Natalia González, en ese entonces en embarazo, y su hijo mayor, la peor parte la llevó ‘Pipe’ quien debido al impacto sufrió un trauma craneoencefálico severo que derivó en su muerte. 

La lamentable situación generó el pronunciamiento de las autoridades locales y la autoridad ambiental, Cortolima, quienes señalaron que entrarían a revisar si existieron presuntas irregularidades, esto porque para ese entonces la intervención estaba a cargo de un contratista de la CAR. En el lugar varios ciudadanos advirtieron que no se tuvo la precaución necesaria; sin embargo, pasado un año no hay claridad de qué acciones se han emprendido frente a lo que ocurrió en el parque Centenario. 

Días posteriores a la emergencia, Natalia dio a luz en la Clínica Tolima y recibió la visita de la entonces secretaria de Salud, Johana Aranda, quien estaba en calidad de alcaldesa encargada, pero a la fecha poco se conoce sobre el apoyo que ha brindado la Administración municipal a la mujer que quedó a cargo de un bebé y un menor de 7 años. Esta redacción buscó a la Dirección Jurídica de la Alcaldía para conocer si hay un proceso andando pero al cierre de esta edición no hubo respuesta. 

De manera extraoficial se conoció que Natalia está iniciando un proceso judicial por la muerte de ‘Pipe’. 

Unos Samanes que renacen

Una vez se registró la muerte de un ciudadano, otro hecho que llamó el interés de la comunidad, fue la poda severa que se hizo a los tradicionales Samanes de la calle 10. Tras la caída de un árbol, los demás fueron intervenidos alegando que estaban enfermos.

En ese momento, la alcaldesa (e) Johana Aranda, hoy precandidata a la Alcaldía, aseguró: “Una vez conocida la evaluación por parte de la Corporación Autónoma Regional del Tolima, Cortolima, se evidenció la pudrición localizada en la base de estos árboles, por lo que se procedió a realizar esta labor silvicultural evitando el riesgo de caída o volcamiento sobre la vía principal”.

La situación despertó el malestar de ambientalistas y varios ciudadanos quienes adelantaron varios actos simbólicos para manifestar su inconformismo. Incluso varios profesionales señalaron que el concepto de las autoridades era errado. 

Lo que ha ocurrido en los últimos meses es un renacer de los árboles, pues de los tocones que quedaron sobre el andén se logra apreciar nuevas hojas que empiezan a rodear de verde estos imponentes ejemplares. 

¿Qué ha hecho el gobierno local?

Esta redacción consultó a la secretaria de Ambiente y Gestión del Riesgo, Jessica Salcedo, para conocer qué acciones más allá de lo que tiene que ver con infraestructura se ha hecho en este espacio dada su importancia ambiental.

La Secretaria acotó que desde su cartera se ha hecho monitoreo y caracterización de árboles en los principales parques de la ciudad y del separador de la carrera Quinta, “con el fin de realizar diagnóstico sobre el estado fitosanitario de los mismos y desarrollar prácticas técnicas requeridas para la atención integral y tala de árboles a través de procesos silviculturales”.

Además se adquirió un tomógrafo para evaluar el riesgo de los árboles y la calidad de su madera. 

“En la actualidad se han contratado siete ingenieros forestales con el objetivo de hacer seguimiento a los árboles emplazados en espacio público que sean amenazas para la población”, dijo la titular de la Secretaría, quien además aseguró que hay siete ingenieros forestales adscritos a la cartera encargados de hacer el seguimiento. 

Un llamado de alerta

En medio del recorrido de EL NUEVO DÍA se pudo evidenciar que uno de los árboles que está sobre la calle 10 ha comenzado a inclinarse por su peso, lo que ha afectado la estructura, desprendiendo algunas barandas. El llamado es para las autoridades para que tomen cartas en el asunto y eviten otra tragedia. 

Este artículo es de nuestro periódico impreso.

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