¿Por qué algunos hombres usan falda y se pintan las uñas?: esta es la razón

Crédito: Pixabay
Con este modo de expresión de identidad están cada vez rompiendo más estereotipos.
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Los tacones son un calzado de origen masculino. Se dice que, aparentemente, fueron inventados por los turcos y que tuvieron mucha relación con el mundo militar: eran usados por los soldados para acomodar el pie en el estribo del caballo, esto les facilitaba apalancar y potenciar la fuerza.

En la Francia del siglo XVII el tacón llega a sus máximos extremos. Son utilizados para modificar la posición corporal, porque al calzarlos se resaltan los atributos del erotismo. Es decir, el peso se proyecta, el trasero sale, el cuerpo adquiere otra postura.

Precisamente, en ese mismo período (siglo XVII) es cuando gana protagonismo en las mujeres y se queda en exclusividad femenina a partir de la Revolución Francesa. En ese tiempo tanto hombres como mujeres se decoran por igual: se maquillan, se ponen pelucas. Ellas se montan en los tacones, y ellos, por supuesto, también.

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“Con los valores revolucionarios se empezó a considerar que los hombres que se vestían de esa manera tenían unas ideas políticas que apoyaban el absolutismo monárquico, entonces ahí fue cuando renunciaron a todos los adornos y eso implicó bajarse de los tacones”, explicó William Cruz, docente de la Facultad de Diseño de Vestuario de la UPB.

Sin embargo, el tacón se resistió a desaparecer del look masculino: lo llevaron Luis XIV y los cantantes David Bowie y Prince. En la actualidad los lucen Sam Smith, Billy Porter, Harry Styles, Ezra Miller, entre otros famosos. “Les otorga un cierto poder que da el mismo calzado, al imponerse la postura les da seguridad”, agregó Cruz.

Los tacones no son el único elemento considerado tradicionalmente femenino que está siendo apropiado por el masculino, ahora los hombres se pintan las uñas, se ponen collares de perlas, adoptan ciertas formas de maquillaje.

 

¿Por qué lo hacen hoy?

 

Para Cruz, lo que se está viendo en la actualidad es una recuperación de ese espíritu un poco más tribal y adornado que de alguna manera ha caracterizado tanto a hombres como a mujeres. Está pasando porque indiscutiblemente hay un deseo de cambio que se expresa a través de romper unos códigos que son básicos.

Que un hombre se ponga una falda no es nuevo, porque históricamente otros lo han hecho, sin embargo, las preocupaciones sí son las mismas: desmontar estereotipos sobre las representaciones del género. Lo hizo David Bowie en los años 70 y lo vienen proponiendo desde los 80 diseñadores como Jean-Paul Gaultier y Vivienne Westwood como una forma de derribar tabúes.

Otros lo hacen como una manera de lucha simbólica: en 2020 cerca de 100 estudiantes varones de un colegio en Canadá portaron faldas para protestar ante un código de vestimenta escolar para las estudiantes que consideraban sexista. Y el año pasado, los profesores españoles Manuel Ortega y Borja Velázquez lucieron esta prenda para fomentar la diversidad en las aulas.

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“El cambio de los estereotipos se debe al cuestionamiento a los valores tradicionales de la masculinidad que trae consigo nuevas actitudes y formas de representarse que incluyen la vestimenta y todo lo que envuelve la apariencia”, señaló Cruz. En esas nuevas actitudes están el cómo los hombres se están relacionando con otros hombres y con las mujeres, la estética y las decisiones que tienen que ver con la compra (sostenible).

Santiago Utima, diseñador de modas y profesor de la Colegiatura Colombiana, dijo que esta expresión a través del vestuario y el estilismo se está dando, sobre todo, en la generación que nació entre 2000 y 2007 (de 15 y 22 años), que creció viendo referentes que mostraban lo masculino con lo femenino de manera más abierta, resultado de lo vivido en el siglo pasado: en los 60 la revolución sexual y en los 70 las luchas feministas.

“Estos adolescentes no lo adoptan desde la resistencia, sino más desde un aspecto de la moda porque ya está aceptado, normalizado. Algunos de los elementos simbólicamente desde lo femenino que se apropian son las uñas pintadas, la falda, los crop top y los pantalones cortos que muestran más las piernas”.

Pero eso no es todo. A nivel estilístico los cortes de pelo se acercan a lo andrógino, y también hay quienes están utilizando el maquillaje como herramienta para lograr una piel con apariencia limpia y tersa.

Frente a esto, el profesor William es crítico y manifestó: “Es una cosa más mediática que auténtica, porque estamos en un momento donde básicamente este tipo de manifestaciones generan clics en las redes sociales”.

En el caso de Bad Bunny, por ejemplo, que se le ve llevar las uñas pintadas y con camisetas cortas, Cruz dijo que lo diferente en este artista es que estos códigos para la latinidad son muy llamativos.

“Los hombres que adoptan elementos considerados femeninos buscan una expresión más honesta y transparente de su propia identidad, al romperse el paradigma hay más posibilidad de que haya una construcción de esa identidad, que sea más coherente con lo que realmente ellos quieren ser”, concluyó el profesor Santiago.

 

Credito
Vanguardia / Redacción web

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