El mandatario explicó que en un principio se acordó guardar una total confidencialidad en los diálogos, siguiendo los métodos de otros procesos de paz, para proteger los puntos y el ritmo de lo que allí se discute. 

“El proceso ya está protegido, pero es que también se han venido construyendo una serie de mentiras sobre lo que se está haciendo en La Habana y eso ha confundido a la gente, entonces dijimos que no había nada que esconder, nada de lo que hemos dicho, difiere de los textos que han sido aprobados”, dijo el presidente y agregó que con esto “le callaron la boca” a quienes aseguraron que en Cuba le estaban entregando el país a la insurgencia. 

Sobre el futuro de los dos puntos restantes de la discusión, dijo que se mantendrá la confidencialidad hasta que se llegue a una decisión concreta, pero insistió en que hasta que se firme la paz, “nada está acordado hasta que todo esté acordado”. 

“Otros puntos ideológicos como propuestas para nuestro modelo de desarrollo, político o económico, no están en la agenda del proceso, eso vendrá cuando dejen las armas y cuando participen activamente en la vida democrática”, aclaró Santos. 

En ese sentido rechazó “el descaro de gente importante y con prestigio” que según el jefe de Estado, recorrieron todo el país mostrando documentos falsos y creando expectativas falsas sobre el ritmo de la negociación. 

“Colombia va por buen camino, el país está liderando todos los indicadores sociales y económicos en la región y somos nosotros quienes creemos que vamos por mal camino, mientras la comunidad internacional valora el progreso”, reflexionó el mandatario. 

Así las cosas, insistió en que el Gobierno debe redoblar los esfuerzos para impulsar la pedagogía sobre el proceso de paz, de cara a una refrendación de los acuerdos finales y a la construcción de un escenario de postconflicto. 

Precisamente recalcó que su reciente visita a Nueva York en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas, sirvió para visibilizar el estado actual del país desde varios frentes, para así conseguir apoyos diplomáticos y económicos en un futuro cercano. 

“Esta fue tal vez la visita más exitosa que hemos tenido en los últimos años a la ONU (…) Ojalá estemos a punto de decirle al mundo que somos el último conflicto en el hemisferio que se resuelve”, concluyó el presidente.