Día y noche, desde el 13 de junio, miles de estudiantes pero también padres, adultos mayores y niños se sumaron a esta iniciativa, que culminó ayer con una gran cadena humana que pasó de mano en mano la bandera que recorrió las mil 800 horas alrededor del Palacio.

El objetivo era correr la misma cantidad de horas que la suma de millones de dólares necesarios -según los estudiantes- para pagar los estudios de los 300 mil alumnos más vulnerables del país.

Durante las últimas horas de la carrera, el pelotón aumentó hasta sumar unas 500 personas, que rodearon la sede del Ejecutivo, portando banderas chilenas, paraguas, pancartas y globos, y cantando consignas en favor de una mejor educación.

Más de mil vecinos aplaudían desde las veredas, y los automovilistas hacían sonar sus bocinas para dar aliento a los manifestantes.

Los estudiantes llevan tres meses en las calles protestando contra el gobierno del presidente Sebastián Piñera, a quien exigen fondos para costear la educación de estudiantes sin recursos.