GUAYAQUIL, AGENCIAS

El expresidente de Ecuador Rafael Correa volvió ayer a Ecuador, luego de cuatro meses meses de residencia en Bélgica, y provocó un tumulto en el aeropuerto de Guayaquil entre seguidores y detractores.

Correa fue recibido en el aeropuerto por cientos de personas que coreaban su nombre y que se enfrentaron con los simpatizantes del también expresidente Abdalá Bucaram.

Sus seguidores, muchos de ellos con camisetas y pañuelos verdes del movimiento oficialista Alianza País, que él fundó, espetaron a sus oponentes “Bucaram ladrón”, mientras que el grupo que respaldaba a este último entraron en la sala al grito de “Correa hijo p***” con banderas amarillas y rojas.

Correa, quien gobernó entre 2007 y mayo pasado, regresó a su país para participar este 3 de diciembre en una disputada convención nacional de su moviemiento y del que busca expulsar a su sucesor en la jefatura del Estado, Lenín Moreno, a quien acusa de haber traicionado la causa de la “revolución ciudadana”.

A pesar de que Correa tuvo a Moreno como su vicepresidente en el primer tramo de su gestión e incluso apoyó su candidatura para las últimas elecciones presidenciales, que ganó, los dos han protagonizado una permanente pugna verbal y política desde que Moreno asumió el mando del país el pasado 24 de mayo.

Correa criticó la supuesta alianza de Moreno con el derechista Partido Social Cristiano (PSC), con el grupo de Bucaram y con ciertos “banqueros”, a los que no identificó. Esa actitud, dijo, es “una completa traición a nuestros principios” y aparece como una “contrarrevolución desde nuestras propias entrañas”.