“No deberían tener audiencias públicas. Esto es una farsa”, dijo Trump en declaraciones a la prensa antes de emprender un viaje a Georgia.
Ese comentario contrasta con el mensaje de los aliados del presidente, que hasta ahora se habían quejado precisamente por la falta de transparencia de la investigación a puerta cerrada en los comités de la Cámara Baja, y llega poco antes de que comiencen los testimonios abiertos y televisados, el próximo miércoles.
Los comités, liderados por la oposición demócrata, investigan si Trump abusó de su poder al presionar a Ucrania para que indagara en uno de sus rivales políticos, el exvicepresidente Joe Biden, y en los negocios de su hijo Hunter en la compañía de gas ucraniana Burisma.
Después de casi un mes insistiendo en la necesidad de una mayor transparencia en la investigación, la Casa Blanca ha cambiado esta semana de estrategia, al prohibir que varios de sus funcionarios comparecieran ni siquiera a puerta cerrada ante los comités de la Cámara Baja.
Ayer le tocó el turno a Mulvaney, cuyo abogado esperó hasta el último minuto antes de que empezara la audiencia para informar a los congresistas de que el jefe de Gabinete interino de la Casa Blanca desobedecería la citación judicial y no asistiría, acogiéndose al principio de “inmunidad absoluta” de los asesores del presidente.
Dato
La Casa Blanca publicó en septiembre una transcripción de la llamada que Trump mantuvo en julio con Zelenski, en la que le pedía varias veces que investigara a Biden.
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