Felicitaciones UT

Carmen Inés Cruz Betancourt

Tiene razón el rector Omar Mejía al afirmar que el 17 de julio, cuando la Universidad del Tolima recibió del Ministerio de Educación Nacional la Acreditación Institucional de Alta Calidad, es uno de los días más felices de la Institución. Es un gran logro que ha implicado un trabajo exigente, arduo y sostenido por mucho tiempo y en el que han participado muchas personas de diversos estamentos.
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Como lo señala el MEN, la Acreditación de Alta Calidad hace público el reconocimiento a una institución sobre la calidad de sus programas académicos, su organización y funcionamiento y el cumplimiento de su función social. A la fecha (julio 25-2020), solo 91 de las 378 Instituciones de Educación Superior que operan en el país han logrado este reconocimiento, ello significa que la UT ahora hace parte del selecto grupo que ha merecido tal distinción. A esta excelente noticia se suma esaneamiento de sus finanzas que en años recientes ha logrado gracias al apoyo de la Gobernación.

Pero, no solo es un día feliz para la UT, también lo es para el Departamento y para la ciudadanía, que da fe del impacto del trabajo realizado por la UT desde su creación en 1945, en la región y en muchas otras zonas del país, de donde especialmente en las últimas décadas del siglo pasado, llegaron a cursar sus estudios universitarios muchos jóvenes atraídos por el prestigio de la UT en aquellos campos en que tradicionalmente ha sido fuerte, las ciencias agropecuarias, la educación y las artes. De igual modo, muchos de sus egresados originarios del Tolima aportaron su experiencia, particularmente a los cultivos de arroz y algodón, en zonas de la costa atlántica y los llanos orientales, donde su contribución ha sido fundamental. De este modo la UT ha actuado como un polo de atracción para muchos jóvenes de diversos rincones del país y también sus egresados dejaron en alto el nombre del Tolima, donde quiera que llegaron.

Por tanto, el reconocimiento que en buena hora recibe no solo impacta a la Institución sino a la región, que ahora cuenta con dos instituciones universitarias así calificadas -la Universidad del Tolima y la Universidad de Ibagué- y ello mejora en forma significativa los indicadores de competitividad de la región. También da sustento al desafío de hacer de Ibagué una ciudad universitaria, donde muchos jóvenes de otras regiones se sientan atraídos para realizar sus estudios y con ello fortalecer la academia y todas aquellas actividades que se derivan.

La fortaleza de la UT en las ciencias agropecuarias, ambientales y agroindustria, representan un valioso activo especialmente en momentos en que la grave afectación del Covid-19 ha llevado a que el planeta entero reconozca el papel fundamental del sector agropecuario y el potencial formidable de la agroindustria, cuando la seguridad alimentaria constituye muy alta prioridad para todos, así como la preservación del ambiente. Su papel, entonces, se hace aún más relevante, como también la necesidad de trabajar en alianzas con otras universidades, con el sector público, el privado y la sociedad civil, que estarán dispuestos a cooperar porque es claro que solo un trabajo colaborativo nos puede sacar de la aguda crisis que enfrentamos.

De nuevo, felicitaciones a la UT y a toda la comunidad que ha hecho posible ese gran logro, y gracias por entregar al Tolima este motivo de alegría que permite matizar los momentos de incertidumbre que vivimos.

CARMEN INÉS CRUZ

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