“No te quejes si los bandidos te gobiernan”

Carmen Inés Cruz Betancourt

“... La política pierde terreno en todo el mundo, la gente ya no cree en ella y eso es muy peligroso. Aristóteles nos dice: “Si no quieres estar en política -en el ágora pública- y prefieres quedarte en tu vida privada, luego no te quejes si los bandidos te gobiernan”, (Cita del Filósofo George Steiner).
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Mejor dicho, ¡¡¡imposible!!! Entonces, procede la pregunta: ¿Cómo pedir que Colombia supere las calamidades en que está sumida si no hacemos nada para lograrlo?

Bien lo decía el Arzobispo Rueda en su homilía del pasado domingo: “…la esperanza debe ser activa, combativa, y no pasiva...”. Y es que no podemos sentarnos a esperar pasivamente que las cosas cambien, la vida no funciona de ese modo.

Son consideraciones especialmente pertinentes cuando, no solo por la pandemia sino especialmente por una larga tradición de graves desaciertos en el manejo del Estado, Colombia se encuentra sumida en un pantano de corrupción, impunidad e inequidad social; la hambruna lacera una amplia proporción de la población, igual que el desempleo, la violencia, la inseguridad y la desesperanza.

En este contexto resulta inaudito que haya quienes continúen afirmando que no les importa la política, que es tanto como decir que no les importa cuanto depare el futuro para sí mismo, para su familia y sus descendientes. En esos términos tendríamos que aceptar que no solo somos víctimas sino también cómplices de ese deplorable estado de cosas.

Hay razones válidas para ser escépticos y considerar que muchos de los candidatos al Congreso, y a la Presidencia de la República son “más de lo mismo”, que sus promesas son falsas. Pero la respuesta inteligente no es dar la espalda y permitir que una vez más sean ellos quienes ganen la partida.

No podemos permitir que Colombia sea llevada al abismo, por los politiqueros de la extrema izquierda ni los de la extrema derecha, y tampoco por personajes desubicados con trayectorias de vida inocuas o cuestionables que ofrecen milagros y se alían hasta con indeseables siempre y cuando le aporten a su propósito de llegar al poder.

Nuestra responsabilidad es elegir personas confiables, responsables, con experiencia, preparación y talante para garantizar un cambio verdadero y, si bien es posible que no se encuentren candidatos que satisfagan las expectativas al 100%, sí hay personas con méritos suficientes y en quienes podemos confiar, por ello es crucial analizarlos con máxima agudeza. Sobre esa realidad he reflexionado mucho y he tomado la decisión de apoyar la ‘Coalición de la Esperanza’, y en ese marco considero que el Nuevo Liberalismo es la mejor opción para este momento del país, así que a la hora de votar pediré el tarjetón de la Coalición de la Esperanza y allí marcaré el nombre de Juan Manuel Galán.

También pediré el tarjetón para Senado y marcaré la lista del Nuevo Liberalismo; me convenció que es una lista única, cerrada y paritaria, y allí destaco la presencia de personas de altas calidades y la participación equitativa de mujeres; además, incluye a Guillermo Pérez Flórez, un tolimense profundamente comprometido con la región, honesto a toda prueba y con la preparación, experiencia y talante adecuados para representarnos dignamente en el Congreso.

Colombia no aguanta más calamidades, es imperativo enderezar la ruta y avanzar con paso firme hacia el logro de la paz y de una vida digna para todos. Podemos lograrlo si elegimos buenos congresistas y un buen presidente, y eso está al alcance de nuestras manos, en los votos que depositaremos, para comenzar, el próximo 13 de marzo.

CARMEN INÉS CRUZ

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