Nueva York y el turismo en Ibagué

César Picón

Es positivo que esta ciudad y en especial su festival folclórico sean promocionados a nivel internacional en escenarios que permitan despertar el interés de la diáspora o los extranjeros, de venir a gozar de la cultura y tradiciones de la tierra del San Juan. Valga decir que el Times Square de Nueva York la esquina más concurrida del mundo y recibe más de 60 millones de turistas al año. Ojala muchos colombianos que residen en el exterior se peguen la rodadita y que uno que otro gringo le dé por venir a pegarle al tamal y la lechona y a salir a parrandear con los matachines. No obstante, la promoción de la ciudad requiere más que un evento en un magnífico escenario de la gran manzana.
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Una Ibagué atractiva para el turismo requiere como mínimo mantenerla agradable a la vista y con condiciones de movilidad adecuadas. Desacertado no solamente es tener un escenario cultural como la concha acústica en condiciones deplorables, sino que el espacio público, parques y plazoletas, no tengan un plan de mantenimiento periódico. El esfuerzo hecho por la administración anterior para dejar varios mega parques, biosaludables, parques infantiles y parques lineales sobre avenidas principales, quedó opacado por la desidia de la actual administración que pareciera preferir su deterioro como si con eso lograra opacar la huella del pasado. Los mismos bici carriles, tan comunes y utilizados en Estados Unidos y Europa hablando de atraer turismo extranjero, fueron dejados al abandono como trastes viejos y hoy solo sirven para deslucir varias zonas de la ciudad.

Ni que decir de la movilidad. Tan solo en el último año de este gobierno se han visto algunos trabajos de rehabilitación de la malla vial principal, por lo tanto, después del deterioro acumulado de los años previos, resultan insuficientes para recuperar las impresentables vías de Ibagué. Ni si quiera los semáforos funcionan bien, tampoco se han instalado nuevos para que ayuden a mejorar el tránsito por las intersecciones viales cada vez menos capaces de repartir el tráfico, menos se han construido obras de infraestructura vial que alivien el caos en la movilidad. La inversión que se hará en el puente de la calle 60 con quinta habría podido servir para construir paralelas, algunos puentes y mejorar varias intersecciones que si habrían tenido un impacto favorable, la mole de cemento de la 60 no solucionará nada y si entorpecerá durante muchos meses la movilidad en el corazón de la ciudad.

En el turismo también se puede aprovechar el nicho que prefiere la naturaleza, la aventura y el agro, donde Ibagué tiene un notable potencial que esta administración nunca quiso ni voltear a mirar. Toche es una joya natural que en la Administración anterior embellecimos al máximo, “ahora si se están viendo los dólares y euros”, nos decía el dueño de un mágico hotel de ese centro poblado; hoy en día es prácticamente imposible llegar desde Ibagué a ese corregimiento por el nefasto estado de la vía. Otros sectores rurales no pudieron volver a ver llegar turistas porque no hay condiciones viales ¡qué pesar!

Si las condiciones mínimas no están dadas, sería mucho pedir que esta Administración hubiera apostado por impulsar aquellos productos turísticos que sí podrían generar flujos de visitantes durante todo el año. ¡Ya toco pa´despues!

Cesar Picón

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