Liquidar el puente de la 60

César Picón

Tiempo atrás que se contratara el mal habido proyecto de infraestructura vial, cuestioné su utilidad y pertinencia, basado en los últimos estudios de movilidad que se hicieron en la ciudad en el año 2018, que indicaban que en materia de intersecciones viales había otras prioridades como las glorietas del Éxito y Mirolindo, porque reciben en horas pico muchos más vehículos que la 60, pero sobre todo porque son cruciales para conectar la creciente zona de expansión (Picaleña y todo el desarrollo por la vía al aeropuerto), con el resto de la ciudad.
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También enfatice que el embeleco de construir un puente elevado en ese cruce es relativamente inútil, porque el flujo vehicular tanto por la Quinta bajando como por la Sesenta hacia la Guabinal, quedaría interrumpido por las intersecciones semafóricas próximas, lo que terminaría simplemente trasladando unos metros más adelante el trancón. Como si eso fuera poco, la ciudad tiene servidos en bandeja otros proyectos viales que si pueden transformarla urbanística y económicamente, como el eje vial de la calle 103.

Reconocidos abogados cuestionaron la transparencia del proceso y hasta el comercio del sector se movilizó en rechazo a esa obra que ciertamente podría ponerse en los últimos lugares de las prioridades viales de la ciudad.

Cumplido un año de la primera piedra y sin ningún avance evidente, los cuestionamientos ya no vienen solo de opinadores y columnistas, sino también de los organismos de control que ya iniciaron pesquisas de índole disciplinaria, fiscal y penal.

La alcaldesa no debería cargar ese bulto tan pesado, no solo por lo feo que huele, sino también porque con esos recursos se podría avanzar en obras verdaderamente útiles. Si lograra liquidar ese contrato y recuperar el anticipo, liberaría los recursos necesarios para invertir en lo que fue priorizado en el estudio referido.

La más importante es la Calle 103, que conectaría la Ambalá con la zona de expansión y la salida a Bogotá, pasando por la plaza del Jardín y otros barrios de la comuna 8. Hurtado la empezó en un pequeño tramo, la Alcaldesa debería proponerse terminarla. La ciudad tiene escasas vías que la atraviesan transversalmente, desde la calle 60 hay que ir hasta la calle 145 si se quiere pasar de un lado a otro, por eso todos toman la Pedro Tafur y se forma el caos a toda hora, súmele que esta no tiene ni paralelas, ni intersecciones adecuadas; la conexión desde y hacia el parque deportivo con la Pedro Tafur es una pesadilla, el taco en el Palermo y luego pasar la rotonda del Éxito, igual.

La calle 103 se convertiría no solo en parte de la solución del problema actual, sino en la vía con la proyección más importante, en consideración con la zona que más está creciendo urbanísticamente. Decenas de miles de viviendas se están construyendo en inmediaciones de la vía al aeropuerto y Picaleña ¿por dónde se van a conectar con el resto de la ciudad?. Eso sin contar los enormes beneficios que traería un nuevo eje vial, que seguramente atraería varios proyectos comerciales, residenciales y de servicios, generando una nueva centralidad.

Llega el momento de tomar decisiones transcendentales, que no pueden subordinarse a proteger al mentor, sino en función del futuro de la ciudad.

César Picón

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