Algo más sobre “El Gran Ataco”...

Columnista Invitado

Dada la controversia suscitada por la columna anterior, tanto en el país, como en el exterior (son muchos los tolimenses lectores de “El Nuevo Día” vía internet, allende las fronteras patrias) sobre el tema histórico-político y económico de San José de Ataco y el Sur del Tolima, bien vale adicionar alguna información.

El tema del oro, siempre fue una constante en el desarrollo de esta región del Departamento del Tolima. En la Vereda Apone de Ataco, cerca a la desembocadura del Río Amoyá sobre el Río Saldaña (Municipio de Chaparral) existió lo que se llamó el “Real de las Minas del Saldaña”, denominado geográficamente así, por los conquistadores españoles de la época que, encabezados por el Presidente de la Real Audiencia de Santa Fé de Bogotá, Don Juan de Borja y Armendía ( 1564-1628), se mostraron siempre muy interesados en el preciado metal. 

Es importante anotar que el noble español Don Juan de Borja, duró 23 años  vinculado a la Real Audiencia ( 1605-1628 ) y, era descendiente de los Duques de Gandía, a su vez, emparentados con la famosa familia Borgia o Borja (de origen Valenciano – Español y no Italianos, como se cree) que, fueron muy mencionados en la historia Vaticana en Roma. Juan Buenaventura de Borgia o Borja,  estaba por obvias razones, muy  interesado en el desarrollo económico del Sur del Tolima, y funda a Coyaima en 1606 y Natagaima en 1608. El además Caballero de la Orden de Santiago, sostiene partiendo desde 1605 y, durante diez años, un fuerte enfrentamiento con el pueblo Pijao. Estos temas los han desarrollado a profundidad, investigadores como el Profesor Hernán Clavijo, miembro de la Academia de Historia del Tolima y el exgobernador  Fernando Osorio Cuenca. 

Dice el cronista Fray Pedro Simón (1574-1628), en una de sus “Noticias historiales de las conquistas de tierra firme en las Indias Occidentales”: “…se encontraban tan en la superficie de la tierra que, entre las raíces de los árboles, y de las yerbas que arrancaban, cogían oro, como dicen, a puños, pues la tierra que sacudían y salía asida,  cuando sacaban las yerbas, eran más oro que tierra”. Increíble, ¿no ? ¡Como de fábula! Y… ahora, tan “¡llevados!”.

A comienzos del Siglo XVIII, familias como los Caicedo y Vélez, posteriormente Caycedo y Flórez, se van configurando como los grandes terratenientes de la región. Seguidamente, esos considerables latifundios se reducen y aparecen los hacendados Surtolimenses que, dan origen, en menor escala, a los actuales propietarios. Figuras atacunas, como la del General Asisclo Molano, son determinantes a nivel nacional. Molano firma la Constitución de 1886, en su calidad de Delegado del Estado Soberano del Tolima. 

Con el transcurrir de los años, el Sur del Departamento, con Ataco y Chaparral como polos de desarrollo, van cada uno por su lado, constituyendo centros poblacionales cuyas economías en los “cascos urbanos” van girando fundamentalmente, en torno a la minería y la agricultura respectivamente, teniendo al café como protagonista en los dos municipios. Chaparral crece y Ataco se estanca, con la partición de Planadas en 1966.

Muy curiosamente, ese Sur del Tolima encuentra en un momento dado de la historia y, paseándose por su territorio a la misma vez, a figuras que después determinarían el curso de la política colombiana: “Tirofijo” con los orígenes de las Farc, “Mariachi” con la Guerrilla Liberal y Manuel Quintín Lame, con el Movimiento Indigenista.

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