El Senado de la República necesitó más tiempo para tomar una decisión sobre la Marihuana Medicinal y aplazó para el 2015 el debate y la votación de la reglamentación del uso medicinal del cannabis en Colombia. El debate estaba previsto para el pasado 10 de diciembre, por lo que expertos y conocedores, se desplazaron hasta el Parlamento para compartir su conocimiento e información. Desde el Estado de Colorado, viajó al país el doctor Alan Shackelford y Paige Figi; y de Pereira, Natalia Tangarife.
El doctor Shackelford es reconocido y respetado a nivel mundial por ser el primer médico en formular cannabis a un menor de edad. La beneficiaria fue Charlotte Figi, cuya madre es Paige Figi, quien junto con Alan, decidió liderar la vocería de las personas que por diferentes motivos no han encontrado alivio a sus enfermedades en la medicina tradicional y necesitan alternativas que les brinden bienestar en medio de enfermedades crónicas o terminales.
Natalia, es una madre colombiana que ha encontrado solución al problema de epilepsia refractaria de su hijo de tres años en el cannabis, y que ha logrado disminuir sus ataques de 30 atónicas diarias a solo cinco espasmos. Lamentablemente, los expertos internacionales no pudieron hablar ante el Congreso.
En el debate, diferentes posturas se escucharon: La bancada del Centro Democrático se opuso a la aprobación y al aplazamiento; los conservadores, manifestaron el voto negativo de su bancada, al considerar que este puede ser el primer paso para legalizar los usos recreativos; y la bancada liberal, apoyó públicamente el proyecto por considerarlo necesario para aliviar la situación de miles de pacientes en Colombia, mejorar su calidad de vida y calmar su sufrimiento.
Este proyecto, requiere que las bancadas y los senadores cuenten con la mayor ilustración posible, absuelvan sus inquietudes y entiendan que el espíritu de la iniciativa es arrancar a los pacientes de las garras de las organizaciones ilegales, a las que muchos deben acudir hoy. Como lo dijo Tangarife, no se está pidiendo la legalización del uso recreativo, simplemente, la posibilidad de acceder lícitamente a un medicamento, sin enviar cada paciente a un jíbaro o a una olla delincuencial para obtenerlo. La marihuana medicinal no se fuma, se consume en aceites, gotas y pomadas.
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