Carta para Adriana Magaly y Johanna Aranda

Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo

Quiero ofrecer a nuestras nuevas mandatarias, Adriana Magaly Matiz y Johana Ximena Aranda, un aparte del poema denominado Antigua Bendición Irlandesa, que dice: “Que el camino salga a su encuentro.
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Que el viento siempre esté detrás de cada una de ustedes y la lluvia caiga suave sobre los campos y que Dios las sostenga suavemente, en la palma de su mano”.

La pluridimensional campaña política que ha surtido su trayecto, donde las mayorías fueron representantes del género masculino, no solo para Ibagué y el Tolima, trae como resultado, el justo reconocimiento a la mujer, gracias a su elección, que debe convertirse en un ejemplo para que nuestro género se siga atreviendo, en desarrollo de los derechos constitucionales que no han sido fáciles de alcanzar  y que imponen el reto de mayor preparación y formación para pisar firmemente espacios  con  visión y altas expectativas.

Todo implica una intensa gestión y fino olfato para rodearse de un equipo competente, con templanza y pujanza, que deje  en el camino  huellas profundas fruto de  los avances que generará como impronta un  desarrollo evidente.

Párense en hombros de gigantes, trabajen en y con equipo, estoy segura que las cosas se harán bien desde el primer momento, como un principio de calidad y como un principio que nos caracteriza también a las mujeres.

Las buenas prácticas  de otros espacios geográficos que puedan ponerse al servicio de nuestro departamento y municipio, la consolidación, ejecución y control del plan de desarrollo, aportará  significativamente.

El reconocimiento de las críticas para la mejora constante, el reconocer y apoyar al otro, se convierte en ejemplo y  formación de una idiosincrasia que año a año logre posicionar el sentido de pertenencia, el amor y respeto por lo nuestro, por el otro, por los otros, por la naturaleza, por las diferencias ideológicas,  con altura, con un discurso conciliador pero argumentado y crítico. Una crítica desde una perspectiva habermasiana, que implica transformación.

La urgencia de usar esta oportunidad de alto nivel, para impactar la sociedad en todos los aspectos, en todos los renglones, es un reto,  pero todo aquello que esté planeado, que se ejecute y se controle, será posible.

Hay que pintar la raya y bailar un nuevo vals, desde el campo político, social,  cultural, económico, educativo,  de seguridad, de empoderamiento de las mujeres, pero también de  los hombres, que permita un balance, que genere  esperanza.

Se requiere un pueblo formado, educado, capaz de trascender, con la urgencia de pensar  en el uso adecuado del tiempo libre para niños, niñas y adolescentes, de permitirles soñar y obrar para  la competencia sana de alto rendimiento, que los  aleje de la depresión, de problemas de violencia intrafamiliar, del bullying, de  la droga, entre otros muchos. No es fácil, pero se vale vencer obstáculos y correr las fronteras, en búsqueda de la eficiencia y la eficacia administrativa.

Fomentar una visión glocal de la educación pertinente, donde los intereses y necesidades de formación para el siglo XXl confluyan privilegiando también la formación del ser, la formación ciudadana y se pueda pensar en un mejor presente, en un mejor futuro, donde no haya   invisibles como  la infancia de la calle, las madres limosneras, los jóvenes drogadictos, los adultos mendigos, los durmientes en los andenes.

Siento la seguridad de que  no habrá historias a través de retrovisores, esta es una gran oportunidad para encontrar coincidencias y se siga alcanzando  resultados rápidos, puestos al servicio de la comunidad que   visibilizarán al Tolima e Ibagué.

Los mejores deseos por una administración exitosa, en manos de ustedes está la posibilidad  de hacer gala  para  abrir la autopista a nuevas mandatarias.

 

INDIRA ORFA TATIANA ROJAS OVIEDO

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