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Es un hermoso y digno edificio que presenta condiciones de calidad, necesario para atender la alta demanda de cupos de matrícula en diferentes programas académicos de pregrado y posgrado, que viene creciendo debido a la gratuidad en este nivel educativo.
El rector Omar Mejía y la gobernadora Adriana Magaly Matiz, informaron sobre temas relacionados con el apoyo financiero de la gobernación a la Universidad del Tolima. Uno de ellos tiene que ver con la continuidad de las transferencias para garantizar la gratuidad de la matrícula, igualmente el de los avances en la construcción de la Universidad de la Paz, en Chaparral y la sede alterna de la universidad en Mariquita.
El Secretario general de la Universidad, Andrés Felipe Bedoya precisó que estas sedes alternas, funcionarán en terrenos en donde ya vienen operando servicios educativos pero, ahora, la idea es la de mejorar la infraestructura existente, con inversión de recursos financieros de la nación. Eso es urgente.
Las nuevas aulas inauguradas, hacen parte del crecimiento y mejora de la infraestructura física de la Universidad en su sede de Santa Helena, que serán útiles para la oferta de educación superior para por lo menos 460 estudiantes , en un edificio que tiene características especiales, como por ejemplo dos auditorios interactivos con capacidad para 52 estudiantes cada uno, 3 módulos de estudio con mesas lúdicas , 308 metros lineales de senderos peatonales, sistema de paneles solares bidireccionales y un nuevo ambiente de jardines en su entorno , donde los estudiantes pueden interactuar con sus compañeros de estudio.
La Universidad del Tolima ha sido y seguirá siendo la Universidad con el mayor número de estudiantes matriculados en Educación Superior en el Tolima. Con presencia e intervención en 9 departamentos del país, a través del Instituto de Educación a Distancia, como una apuesta de alto impacto por la educación, por lo cual se requiere continuar con la expansión física.
La Universidad del Tolima, abre sus puertas al nuevo semestre académico, embellecida, motivo suficiente para que la comunidad en pleno disfrute las transformaciones de su planta física, las cuide, fortalezca el sentido de pertenencia y procuren proteger cada espacio como su propia casa, porque así lo es. Todo esto, pinta la raya de una gestión directiva ardua que suma esfuerzos y a la decisión gubernamental de comprometerse con la educación. Estamos seguros que la Universidad del Tolima seguirá avanzando en búsqueda de consolidar la acreditación institucional que merecemos y que exige prácticas, formas y maneras de cada uno de sus estudiantes y miembros de la comunidad educativa en general.
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