Ante la crisis del Polo

Con la decisión de excluir a los comunistas del Polo Democrático Alternativo, 16 miembros Comité Ejecutivo Nacional han hecho evidente su intención de atravesársele al propósito del Partido de abanderar la unidad de la izquierda y de orientar a los necesitados hacia el establecimiento de un nuevo poder.

Tal decisión ha merecido el rechazo de buena parte de las bases partidarias, las cuales ven en ella un contrasentido al poner al partido en contravía de las señales del momento presente, caracterizadas por el fortalecimiento de diversos núcleos de izquierda en camino a la unidad.

Como argumento central se esgrimió el de la doble militancia, dado el apoyo del Partido Comunista a la Marcha Patriótica. Tal justificación no ha convencido mucho, pues aunque hay gran cantidad de militantes que no hacen parte de ninguna organización aparte del Polo mismo, otros muchos militan además en los partidos que conforman el Polo, a los que nunca se les ha exigido disolverse, pues lo lógico es que conserven su integridad orgánica si el Ideario de Unidad no agota todas las expectativas políticas contenidas en sus particulares programas.


Tal es el caso del Moir, una de las organizaciones que abanderó la exclusión del Partido Comunista. El Polo no le ha avalado al Moir su táctica de alianzas con la burguesía nacional ni su rechazo a la reforma agraria, pero el Moir no ve en ello ningún obstáculo para permanecer en el Polo, ni el Polo ha visto en tales tácticas impedimento para mantenerlo en sus filas mientras defienda el Ideario de Unidad y los estatutos.  


Y si se menciona al Moir es solo para dar cuenta de uno de los casos más emblemáticos de lo que, en concepto de esta organización, podría denominarse doble militancia, ya que los ejemplos son tantos cuantas tendencias políticas hay en el Polo. La propia presidenta, doctora Clara López, milita en la organización política de su esposo. De allí que si la decisión de excluir se aplicara con el rigor que se le aplicó al Partido Comunista, tendríamos a un Polo posiblemente más puro, pero ideológicamente enclenque, cuantitativamente diezmado y sin la posibilidad de ponerse a la cabeza de las transformaciones que requiere el país.


El Comité Ejecutivo Nacional del Polo está en la obligación de rectificar decisiones como esta, y varias más, que han llevado al Partido a los niveles más bajos de aceptación social, pese a ser la única organización de oposición institucional al régimen. No hacerlo podría conducir a que fueran las propias bases las que adelantaran la rectificación, removiendo de sus cargos a quienes de manera tan torcida los vienen ejerciendo.

Credito
RODRIGO LÓPEZ OVIEDO

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