Carlos Joaquín Huelvos

Manuel José Álvarez Didyme

Una lamentable pérdida para Ibagué y sus gentes.

PUBLICIDAD

Retratar pulcramente la silueta espiritual de Carlos Joaquín Huelvos -lamentablemente fallecido en la noche del pasado jueves-, no resulta fácil tarea dadas las muchas y muy variadas facetas, en las que siempre y sin mayor esfuerzo cualquiera podía descubrir al infatigable e inteligente, dueño de una generosa personalidad regida por el decálogo del “hacedor de bien” y desarrollada a través de una vida de bonhomía y servicio a sus semejantes.

De todo lo cual dan fe los muchos coterráneos que él sirvió, así como sus familias y allegados, sin pretensión distinta a la de contribuir al mejoramiento de la Ibagué de sus afectos.

Informal en casi todos los aspectos de su vida sin que ello le menguara su condición de hombre bueno, se tornaba formal y casi solemne en los momentos de enfrentar como político que también fue, el copioso electorado que siempre le fue fiel y que por lustros le acompaño en las urnas resultándole suficiente para llegar en su representación al Concejo local donde fungió como uno de los líderes de éste y hombre preocupada por las requerimientos y angustias de su nativo solar, contrariando nuestra secular cultura de la intemperancia y la agresión,.

Un hombre bueno, en el mejor sentido de la palabra bueno y en la manera de ver y encarar la vida,, como fundador que fue del Colegio Técnico del Sindicato Único de choferes en el Barrio la Francia de esta ciudad, mismo que después pasó a llamarse Colegio Cooperativo Los Andes, convertido hoy en el Colegio Técnico que, haciéndole justicia a su periplo vital, fue rebautizado con su nombre: Colegio Técnico Carlos J. Huelvos.

Lo cual sería suficiente para garantizarle un lugar de privilegio dentro de la antología de los ilustres de esta tierra o bastaría para calificar como meritorio su desempeño ciudadano, sin tener que agregarle sus ejecutorias como dinámico político, líder popular, activo dirigente, versátil y estupendo organizador y hacedor de muchas obras a favor de la ciudad.

Sus hermanos y su familia toda reciban el abrazo fraterno que les hago extensivo en esta hora, pues saben del dolor silencioso que nos embargan a mí, a los míos y a la ciudad entera, fundamentalmente a su sector educativo, por la pérdida de ese irrepetible ser humano que tanta falta hará para el futuro desenvolvimiento de esta ciudad capital de la música. 

Carlos Joaquín Huelvos

Comentarios